Si hay un equipo en el deporte profesional estadounidense que en estos momentos parece  invencible son los Golden State Warriors. Si de por sí la campaña pasada lograron el récord de más victorias en temporada regular para un equipo, este año, con Kevin Durant añadido al poderío ofensivo de los Warriors, los de la bahía parecen invencibles.

Los Warriors, no son los actuales campeones de la liga porque LeBron James realizó una de las grandes jugadas de todos los tiempos con el tapón a Andre Iguodala y porque Kyrie Irving logró con un tiro de último segundo que los californianos desperdiciaran una ventaja de 3-1 en la serie, pero eso no siempre va a pasar. LeBron no siempre va a bloquear al rival y Kyrie no siempre va encestar un tiro ganador en el último instante.

Ayer fue la fecha límite de traspasos en la NBA. Los principales candidatos para ser campeones este año no hicieron muchos movimientos, simplemente mantuvieron las fichas en su lugar. Los Spurs se quedarán como hasta ahora y los Cavaliers no le trajeron a LeBron el ‘movedor de balón’ que tanto quería “El Rey”, por lo que todo parece indicar  que los Warriors tienen todas las de ganar este año. Sin embargo, si ya han perdido nueve juegos esta campaña ha sido por algo y aquí te presentamos los motivos por los que podrían caer.

Estatura

Quizá sea lo primero que venga a la mente cuando se piensa en una ‘debilidad’ de los Warriors. Es imposible no comentar que en un deporte donde se aprecia tanto la estatura como en el basquetbol, cuatro de los cinco jugadores iniciales de Golden State no llegan a los 2.07. Pero no es sólo eso sino que cuando los Warriors utilizan la “alineación de la muerte” y sustituyen a Zaza Pachulia (2.11) por Andre Iguodala (1.98) su promedio de estatura se reduce a menos de dos metros (1.99), cifra bajísima para los estándares de la NBA.

Podríamos decir que el tamaño es sólo un atributo físico y no debería afectar si hay calidad y quizá sí sea así, pero en siete de los nueve juegos que han perdido los Warriors esta campaña, el máximo reboteador ha sido un oponente. En un par de ocasiones ni siquiera  fue el centro rival, quien más rebotes capturó. En la primera derrota de los Warriors está temporada, el mayor reboteador fue LaMarcus Aldridge, ala-pívot de los Spurs (otro equipo con problemas de estatura) y en la derrota frente a los Houston Rockets, fue el escolta James Harden (1.96) el que se hizo con más tablas.

Físico

Este es un aspecto muy subjetivo, porque tener un ‘juego físico’ no significa jugar sucio, ni contra las reglas, simplemente es jugar defensiva y endurecer la marca y los contactos. Si existe algún equipo en la liga que haga del ‘juego físico’ una de sus armas principales son los Memphis Grizzlies. Zach Randolph, Marc Gasol y  Tony Allen. Ellos son como aquellos señores incómodos de los que no te puedes desmarcar cuando echas la reta. Los Warriors sólo tienen a un jugador de ese estilo (Draymond Green) y por algo han perdido con Memphis las dos veces que los han enfrentado esta campaña.

Ritmo de juego y tiempo de posesión

Los Warriors son la ofensiva más eficiente de la liga, promediando 114 puntos por cada 100 posesiones, siendo así lo mejor es hacer que Golden State tenga el menor número de posesiones posibles a lo largo de un encuentro. Encestarle a los Warriors tampoco es tan fácil, pues en eficiencia defensiva son el segundo lugar de la NBA, promediando 101.5 puntos recibidos por cada 100 posesiones del rival (sólo los Spurs son mejores en ese departamento).

La mejor forma de que Curry, Thompson y Durant no te maten a triples es quitarles el balón de las manos. Exprimir cada segundo del reloj de disparo y lograr que cada una de tus posesiones cuente. Esta campaña entre los rivales que han derrotado a los Warriors están los Cavs, Spurs y Rockets, tres de los cinco primeros en eficiencia ofensiva.  Bajar el ritmo y hacer que cada  ataque cuente puede ser la forma de derrotar a Golden State.

Super Estrella

El baloncesto es un deporte de equipo y nadie gana campeonatos solo. Sí, eso es un hecho, pero hay jugadores que dan otra dimensión a un equipo. A priori nadie piensa que el Oklahoma City Thunder pueda derrotar a los Warriors en una serie de playoffs, pero si Russell Westbrook completa un triple doble cada juego y recibe ayuda de Steven Adams la cosa se complicaría. Al igual si los Rockets de James Harden logran con la ofensiva de la barba y la defensiva de Patrick Beverly arrebatarle un par de juegos a Golden State en una serie de playoffs, ganar en Houston no será fácil para los ‘Guerreros’. Ya en las finales, LeBron James y Kyrie Irving podrían tener actuaciones históricas si  es que los Cavs llegan a dicha instancia.

El factor Durant

Kevin Durant no es motivo de perder un partido, claro que no. Está teniendo una gran temporada y se ha cargado al equipo al hombro varias ocasiones, efectivamente. Entonces ¿por qué sería un factor para que los Warriors pierdan? La presión sobre ‘Durantula’ es inmensa y en su afán de buscar un anillo el jugador podría excederse en la cantidad de tiros que tome  o en querer demostrar que “él es el hombre”.

Hasta ahora no ha sido así, pero todos recordamos como le fue a LeBron James cuando dejó Cleveland para irse a Miami y terminó perdiendo las finales con los Dallas Mavericks. La presión aunque grande, todavía no llega a su límite, pero cuando estemos en los playoffs debemos ver como Steve Kerr maneja esta situación con KD.

Por que les  gusta perder ventajas de 3-1

** Fotos: Getty Images

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