Por Laura García

Se acabó. El esperado Gran Premio de México disputado este fin de semana puso fin a 23 años de sequía para ver de cerca la Fórmula 1 en nuestro país. Los motores se apagaron y tendremos que esperar un año para volver a escuchar el rugido de los Mercedes, Williams, Force India, Red Bull, Ferrari, McLaren… (aunque estos los hayamos oído poco), pero no importa, nos quedamos con reservas de pasión para aguantar hasta que regrese de nuevo. El próximo Gran Premio llegará a nuestra ciudad el 30 de octubre de 2016, pero antes de empezar a contar los días y saboreando aún la resaca que nos dejaron estos días, hagamos un recuento de lo que más nos gustó, impresionó y sorprendió de este vibrante espectáculo.

1.- El ambientazo

Aficion-Gran-Premio-de-Mexico

Sí, hubo que esperar muchos años. Sí, la mayoría de nosotros nunca había asistido a un GP en vivo, pero descubrimos que afición a la Fórmula 1 hay. Quizá mucho villamelón atraído por un evento de moda, puede ser, pero resultó maravilloso ver familias enteras, grupos de amigos y casi 140 mil personas entregadas al circuito. Quizá no sea el mayor deporte nacional, pero el regreso de México al calendario internacional será un gran “motor” para que esta disciplina cuente cada día con más aficionados.

2.- El autódromo remodelado

Autodromo-Hermanos-Rodriguez-Gran-Premio-de-Mexico

Se tuvo que rehacer el trazado, se remodelaron las gradas y la zona de pits, se añadieron construcciones (hospital, zona de hospitality y más gradas) y se creó nueva decoración que modernizan el autódromo de la Ciudad de México. Y quedó todo estupendo. Sí, el primer día aún había cosas que ajustar (como garantizar comida y bebida para todo el mundo todo el día o suministro de agua en los baños), pero el sábado estaba todo a pedir de boca. Un 10 a los organizadores y responsables de que todo luciera maravilloso y saliera todo perfecto. Vamos, hasta los alrededores y accesos de la ciudad deportiva se han visto mejorados y eso será algo que nos quede el resto del año. Aplausos.

3.- Los tres días de pasión

Mexico GP 19

Uno en casa ve la carrera en la televisión los domingos, pero la fortuna esta vez fue poder disfrutar de todo lo que pasa alrededor de una carrera los días previos, en los que los pilotos conocen la pista, la estudian, entrenan y corren las clasificaciones que definen el orden de salida de la carrera. Las gradas estuvieron casi llenas el viernes y el sábado y aunque el plato fuerte es el domingo, hubo espectáculo, emoción y actividades para no bostezar ni un solo segundo. Se batió récord de asistencia: según los organizadores, 134 mil 845 personas ,el domingo; más de 110 mil, el sábado, y casi 90 mil, el viernes.

Cada zona del circuito (separada por colores ) contaba con espacios para comida y bebida, escenarios para escuchar música (destaco personalmente la actuación de los Heels on fire, que puso a todo el mundo a mover las caderas), puntos de venta para hacerse con gorras, camisetas, playeras y todo lo que se puedan imaginar con los nombres y colores de los ídolos (especial mención merece la devoción a Ayrton Senna, 21 años después de haber fallecido), firma de autógrafos (la convivencia con Fittipaldi fue uno de esos grandes momentazos del fin de semana)… hasta registro de ecobici uno podía realizar entre carrera y carrera.
El domingo temprano se disputó la Master Historic Racing, una exhibición de 38 modelos históricos de los años 70 y 80, dignos de verse y escucharse.
Lo dicho, mucha pasión.

4.- La Checomanía

Checo-Perez-Gran-Premio-de-Mexico

Hablando de pasiones…
Sin duda uno de los “culpables” de que la Fórmula 1 haya ganado adictos al motor y este fin de semana se haya llenado la grada es Sergio Pérez, el único mexicano en la parrilla de salida, que logró que cada vez que daba una vuelta todo el mundo se levantara, aplaudiera y gritara. Escuchar corear su nombre, que se acercara a las diferentes gradas a saludar y agradecer antes y después de la carrera, ver su esfuerzo por lograr un buen tiempo y cómo cada vez que paraba en pits la gente se esforzara para que sus gritos lo motivaran aún más, fue simplemente conmovedor. La guinda hubiera sido verlo subir al podio, pero dejemos alguna sorpresa para el futuro, esto apenas está empezando. Llegará, estaremos seguros.

5.- El desfile de pilotos

Lewis-Hamilton-Gran-Premio-de-Mexico

Muchos corredores coincidieron en describir el desfile previo a la carrera (conocido como “lap parade”) como uno de los mejores en los que han participado. Subidos cada uno en un cochazo de esos que uno sueño con poder tocar algún día, a ritmo de mariachi y recorriendo el circuito a una velocidad que nos permitió verlos de cerca (ayudó verlos sin casco y saludando a la gente, por supuesto) fue uno de las escenas más significativas y de empatía entre el público y sus ídolos. Se agradece que Hamilton se haya detenido más de una vez para acercarse a la grada, a repartir gorras y sonrisas, y que Checo se haya tomado todo el tiempo necesario para el baño de multitudes que le quisimos dar. Se le veía en la cara, si hubiera podido, hubiera saludado uno por uno a cada asistente. Lástima que la carrera tenía que empezar…
Ver el paso de aviones sobre la recta de salida dejando como estela los colores de la bandera mexicana y escuchar el Himno Nacional cantado por niños de la comunidad oaxaqueña de Tejas Tlahuitoltepec Mixe terminaron de ponernos la piel chinita. Y eso que la carrera aún no comenzaba…

6.- La carrera

Mexico GP 15

Quizá la superioridad de los coches Mercedes reste un poco de emoción a lo que ocurrió durante las 71 vueltas del Gran Premio, porque desde la primera vuelta se veía lo que sucedería al final. Pero ahí estábamos para divertirnos así que el pique entre Checo y Carlos Sainz nos dejó buen sabor de boca y disfrutamos hasta los errores y la mala suerte de Vettel, que salió segundo y que terminó siendo doblado por Hamilton y Rosberg, logrando con una vuelta menos la cabeza de la carrera que todos hubiéramos querido ver.
Pero lo realmente espectacular era lo que sucedía en los boxes de las escuderías. Cada cambio de neumáticos (y mira que hubo varios) era una oportunidad de ver un trabajo en equipo para dejarnos sin palabras. La rapidez, la coordinación, la comunicación y la precisión con la que realizan cada movimiento son ya merecedores de estar ahí. Cómo elaboran la estrategia, las instrucciones que dan a los pilotos por radio, cómo se preparan, reaccionan, miman cada componente y contribuyen al éxito del equipo es ver una obra de arte.

7.- El podio

Podrio-Gran-Premio-de-Mexico

Nunca antes se había visto un podio tan concurrido, aclamado y colorido. Normalmente están puestos sobre la línea de salida, donde los compañeros de equipo y demás trabajadores aplauden y vitoreaban al ganador, pero en México se colocó unas curvas antes, donde la grada del Foro Sol reúne a 40 mil espectadores. Ataviados con sombreros charros, adornados por confeti tricolor y rodeados de música, aplausos y ovaciones, los tres pilotos ganadores no dejaban de reconocer el asombro y el clamor de este público. Muchos tardarán en olvidar ese instante.

8.- Salió todo perfecto

Autodromo-Hermanos-Rodriguez-Formula-1

Además de no registrarse incidentes, la congregación de 140 mil personas resultó cordial y pacífica. Incluso los accesos, que se prometían caóticos, resultaron mejor de lo previsto (salvo que hayas tenido que llegar al aeropuerto o salir a Puebla este fin de semana, situación que padecieron los ciudadanos que nada tenían que ver con el evento). No había estacionamiento para coches, como ya se había anunciado, pero los autobuses contratados para la ocasión funcionaron muy bien, hubo muchos taxis (que como ya es costumbre aprovecharon el aumento de demanda para aumentar los precios), y el gran aliado de los asistentes fue nuevamente el Metro. Sí hubo mayor frecuencia en los trenes y se pudo hacer un desalojo en pocas horas. La gran atracción en los vagones consistía en ver a personajes inusuales que parecían recorrer los andenes como auténticos turistas, logrando una estampa poco habitual en este medio de transporte, repleto estos días de gorras rojas, chamarras de piloto y cámaras fotográficas, que prácticamente no dejaron espacio ni para los vendedores de dulces y discos… Un agradecimiento a todos los usuarios del transporte público que se vieron invadidos por la motormanía.

En resumen, fue un fin de semana fantástico y estamos listos para la siguiente. Ya solo faltan 360 días…

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