El futbol mundial y el balompié ucraniano sufrieron un parteaguas después de recibir el gran talento de Andriy Shevchenko.
Hoy, el internacional europeo cumple cuarenta años de edad y parece rápido, pero realmente pasaron dieciocho primaveras en las que estuvimos deslumbrados ante su magnifico juego.
Iniciando su camino en el futbol por iniciativa propia desde los 12 años, su gran paso en el campo y su determinación en el césped lo llevaron a ser visto por los caza talentos del Dinamo de Kiev, con el que hizo su debut con apenas 18 años cumplidos.
Estando con el mejor equipo de su país, fue fundamental para conseguir el tricampeonato y llevarlos a Champions League, donde se destacó por meterle tres goles al Barcelona de Van Gaal.
La gran actuación dentro del Dinamo llevaron a Shava al Milán, convirtiéndose en un ícono de la Institución, pues fue con su ayuda que el cuadro de San Siro despegó y consiguió lo que hasta la fecha ha sido el mejor futbol que los Rossoneri han mostrado. Cuando llegó a Italia se sintió como en casa y durante la primera temporada con el cuadro rojinegro envistió el título de capocannoniere, consiguiendo 24 goles en 32 partidos.
Más de uno se sorprendió por el hermoso futbol que el ucraniano exhibía en cada partido. Después de su lesión, alzó la Orejona de la Champions League en 2002 y el Scudetto italiano de manera consecutiva para las siguientes dos temporadas. Casi repetía el campeonato europeo de la UEFA en 2005, pero perdió la final contra Liverpool.
La cosecha de éxitos que acumuló lo llevaron a jugar en Premier League con Chelsea, pero lejos de despertar el talento en territorio inglés, distó mucho de verse como era en sus tiempos pasados. Ante eso, tuvo que regresar a Milan como préstamo, y a pesar de que compartía la pelota con jugadores de la talla de Kaká, Ronaldhino o David Beckham, el equipo no tuvo el estilo ofensivo y letal que lo caracterizó en las temporadas anteriores.
Finalmente, después de la Eurocopa celebrada en su país natal, decidió salir de las canchas como jugador en el equipo que lo vio nacer: el Dinamo. Ahora, sigue imponiendo su voluntad en los estadios, fungiendo servicio en activo con el futbol al convertirse en estratega de la selección nacional de su natal Ucrania.
Hasta el momento, no ha habido algún jugador ucraniano de la talla de Andriy, por lo que estamos a la espera del próximo crack Sbirna.
