Tres atletas, 42 kilómetros y 120 minutos que podrían reescribir la historia.
Este fin de semana, se podría marcar un nuevo hito para la humanidad en el circuito de Monza, mejor conocido por albergar las carreras más rápidas de Fórmula 1, pero que en esta ocasión servirá como la pista en el que por primera vez en la historia, un ser humano pueda correr los 42 kilómetros y 145 metros que conforman un maratón por debajo de las 2 horas.
A primera vista esta no parecería ser una gran gesta, hasta que nos damos cuenta de que esto sería algo así como correr desde las Torres de Satélite hasta los embarcaderos de Xochimilco y en menos de 2 horas. Podría apostar a que muchos de nosotros, ni siquiera hemos logrado ir en de Xochimilco a Satélite o viceversa en menos de dos horas ¡y en coche!
Sin embargo, esta ha sido la gran barrera del atletismo. El actual récord mundial, pertenece al keniano Dennis Kimetto quién en el 2014 corrió el maratón de Berlín en 2 horas 2minutos y 57 segundos. 2 minutos y 57 segundos que se han vuelto una obsesión para los deportistas. Y si en un principio se creía que nadie podría correr un maratón en menos de 2 horas, un grupo de fisiólogos, expertos en ingeniería biomédica, cardiólogos y quinesiólogos se han dado a la tarea de dilucidar minuciosamente cuáles serían las condiciones idóneas para que tres atletas de alto rendimiento, puedan lograr esta hazaña.
Eliud Kipchoge de Kenia, Lelisa Desisa de Etiopia y Zersenay Tadese de Eritrea han sido los elegidos. Kipchoge ganó el oro en Rio 2016, es considerado el mejor maratonista del mundo, Desisa ha figurado en repetidas ocasiones en el Maratón de Boston, considerado el más importante del mundo, mientras que Tadese es el actual poseedor del récord mundial del medio maratón, corriendo 21 kilómetros en 58 minutos y 23 segundos.
La cita con la historia será definida por las condiciones climatológicas, por lo que por ahora se desconoce si el intento ocurrirá el sábado 6 o el domingo 7 de Mayo. Pero los científicos han señalado, que este es el fin de semana idóneo, tomando en cuenta las características del circuito de Monza, que cuenta con una temperatura menor a los 15 grados, bajas velocidades de viento, una trazado de asfalto que facilita la continuidad de la zancada y por supuesto, una cómoda altitud de 150 metros sobre el nivel del mar, lo que permite una mejor oxigenación en la sangre y por consiguiente un mejor rendimiento de los corredores entrenados en altura.
El circuito consta de 2.4 kilómetros, por lo que cada corredor dará 17 vueltas y media, para completar una gesta que pocos creían posible, pero que como bien decía Bill Bowerman “El verdadero propósito de correr no es ganar una carrera sino probar los límites del corazón humano”.