Fueron sólo meses de inactividad para Matías Almeyda. El argentino volverá a entrenar y será en el San Jose Earthquakes de la Major League Soccer de Estados Unidos.

Pero en México el ‘Pelado‘ dejó una huella que difícilmente se olvidará. Llegó como argentino a un equipo donde sólo juegan futbolistas mexicanos. Pero terminó siendo más tapatío que muchos. Enamorando a toda una nación rojiblanca que lo recordará siempre con cariño.

Eran tiempos difíciles para Chivas. Con su etiqueta de equipo grandes arrastraban pésimos números de torneos anteriores y por lo tanto, estaba peleando el descenso. Se habían salvado un torneo antes pero los resultados de aquel Apertura 2015, hacían necesario un cambio en el timón.

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Llegó para suplir a José Manuel de la Torre. Y lo hizo con muchos cuestionamientos. ¿Cómo un extranjero que no conoce nada de la Liga MX, iba a salvar a un equipo tan grande en México? Pero desde que llegó, supo ganarse a los suyos. “Chivas es un gigante dormido”, dijo en su presentación.

Se jugó el primer partido en la era Almeyda frente al Querétaro de Víctor Manuel Vucetich. Un aguerrido triunfo en Guadalajara no era suficiente para el recién llegado. “Técnico que debuta gana”, decían por ahí. Por eso el ‘Pelado’ dio el paso de confirmación una semana más tarde.

Visitó el Estadio Azteca para enfrentarse al América. Nada más y nada menos que en una edición más del Clásico Nacional. Dos goles de Omar Bravo le dieron la ventaja al Rebaño en el primer tiempo. Aún durante el primer lapso sufrieron la expulsión de Carlos Salcido pero esa garra, que posteriormente caracterizó a las Chivas de Almeyda, les dio el triunfo en el Coloso de Santa Ursula.

Matías Almeyda: El argentino que enamoró a una nación rojiblanca
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Fue ahí donde realmente se ganó a la afición de Chivas. Ese extranjero que no conocía la Liga MX, vivió como nadie el Clásico Nacional y lo ganó. Pasaron las jornadas y no hubo liguilla para los rojiblancos. No obstante en la Copa MX sí llegó el éxito. El Rebaño se metió a la cancha del Nou Camp para derrotar a León con un cabezazo de Oswaldo Alanís, para levantar el primer título con el argentino en el banquillo.

Parecía que todo sería mejor en el siguiente torneo. Sin embargo el inicio de Clausura 2016 fue más que difícil para ellos. Jugaban bien pero no había un jugador que definiera las jugadas peligrosas. La sombra de la guillotina rondaba la cabeza de Matías Almeyda y contrario a otras ocasiones, Jorge Vergara supo esperar. Le dio paciencia a un proyecto que parecía caminar poco a poco.

Y así fue. El Rebaño se metió a la liguilla de aquel torneo y su rival en turno, serían las Águilas del América. Tras un partido muy disputado en Guadalajara que terminó 0-0, el chiverío comenzó ganando en el Estadio Azteca. Los azulcremas le dieron la vuelta y cuando los rojiblancos tuvieron un penal decisivo, Carlos Peña no supo aprovecharlo. Y fue así como llegó la eliminación.

Matías Almeyda: El argentino que enamoró a una nación rojiblanca
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No pasaba nada, los de Chivas confiaban en su ‘Pelado‘. Llegó el Apertura 2016 y otra vez se plantaron en la liguilla. Por azares del destino una vez más el América sería su rival. En esta ocasión abrieron la llave en el Estadio Azteca. Un empate 0-0 ponía en desventaja al Rebaño pero con el destino en sus manos. Sin embargo un cabezazo en Guadalajara le dio el pase a las Águilas.

La revancha que tuvo Almeyda con el América también llegó durante el Apertura 2016. Se enfrentaron en semifinales de la Copa MX y pa’ no variar, empataron 1-1. El partido se fue a penales y el Rebaño logró avanzar a la final. La perdieron con Querétaro pero esa deuda estaba saldada.

Y entonces llegó el Clausura 2017. Ya eran dos torneos de mucha regularidad para Chivas y era el momento de confirmarlos. Fue cuando al Estadio Akron se le empezó a llamar la ‘Fortaleza‘. El Rebaño era imbatible como local y había hecho remontadas espectaculares ante Puebla y Cruz Azul.

Matías Almeyda: El argentino que enamoró a una nación rojiblanca
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En la Copa MX tampoco decepcionó. Se metió una vez más hasta la final y la ganó en penales frente a Monarcas. Llegó otra vez la liguilla pero ya no el América. El Atlas era su rival. En el Jalisco perdieron por un gol. Se dio el partido de vuelta y un golazo de Orbelín Pineda, además de la mejor posición en la tabla, los metió a las semifinales. Igualaron 1-1 en los dos partidos ante el Toluca y así llegaron a la final.

El rival a vencer era Tigres. 2-2 en el Volcán pero una sensación de haber dejado ir el triunfo inmensa. En Guadalajara se definió todo. Un golazo de Alan Pulido y otro de José Juan Vázquez los coronó campeones del futbol mexicano. Un doblete histórico para uno de los clubes más representativos de México.

Ahora seguía el reto de la Liga de Campeones de la Concacaf. Pero también empezaron los problemas con la directiva. José Luis Higuera y Jorge Vergara se cansaron de la unión con los jugadores. Quisieron ganar sin tener que dar nada a cambio y como el ‘Pelado’ siempre priorizó el bienestar del futbolista, su relación se fue desgastando.

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Nunca llegaron los refuerzos que pidió y su salida era algo que parecía llegar. Matías Almeyda se fue como el grande que siempre fue. Ganó la Liga Campeones de la Concacaf y calificó a Chivas a su primer Mundial de Clubes.

El resto es historia. La afición lloró la salida de su argentino favorito. Él se fue como el técnico que despertó al ‘Gigante‘ y que le devolvió esa grandeza.

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