El mundo del deporte una vez más se viste de luto. Carlos Girón, un histórico clavadista mexicano que participó en múltiples competencias y que le regaló muchas alegrías a nuestro país, murió este miércoles a causa de una neumonía que se le complicó, por lo que una vez más sufrimos una gran pérdida pero no podemos dejar de lado todo lo que hizo, pues tiene un sinfín de historias memorables (y otras no tanto) como cuando le robaron una medalla de oro en las Olimpiadas de Moscú en 1980.

Carlos Girón se encontraba internado en el Hospital General de La Raza, en la Ciudad de México, tras ingresar por una neumonía, misma que presentó algunas complicaciones y que fue deteriorando el estado de salud del clavadista mexicano.

Los médicos estuvieron en constante contacto con él con el fin de hacer un milagro y salvarle la vida pero por más intentos que realizaron, Carlos Girón no mejoraba. Ante la poco alentadora situación, fue desconectado del ventilador (respirador) que lo había mantenido estable los últimos días, pero aún presentó signos vitales, confirmó gente cercana al ex-clavadista. Esto fue a mediados de la semana pasada.

Falleció Carlos Girón, el clavadista mexicano al que le robaron el oro en las olimpiadas de Moscú
Foto: Roy_Loperena

La noticia de que fue desconectado trascendió pero fue malentendida y es que la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) dio como un hecho su muerte, de manera equivocada, causando revuelo y luego se retractaron. Ahora, este lunes se confirmó la lamentable muerte de Carlos Girón a sus 65 años de edad, dejando un gran vacío para todos aquellos que lo vieron competir y sobre todo a quienes lo consideraron un ejemplo.

Recordemos el momento cuando le robaron la medalla de oro en Moscú 1980

Carlos Girón llegó como favorito a Moscú para colgarse el oro olímpico y es que con Estados Unidos lejos de la competencia, el único rival ‘fuerte’ era el local Aleksandr Portnov, quien logró la segunda posición en las pruebas de clasificación donde el mexicano avanzó como primero.

Las pruebas comenzaron, pasó una ronda tras otra y los clavadistas cumplieron con los pronósticos. Portnov y Girón se consolidaron como los dos mejores desde el trampolín, siendo el último clavado el que definiría quién se colgaría el oro y quién la plata y fue aquí donde todo pasó.

Carlos Girón hizo un clavado espectacular y consiguió una de las mejores calificaciones de su vida, pues con un par de 9, se posicionó de momento como el primer lugar. Aleksandr Portnov realizó su clavado pero cayó de espalda, haciendo creer a todos que la competencia había terminado y que el mexicano ganó el oro… pero no.

Los jueces decidieron repetir el clavado debido a la regla D-30, o sea desconcentración ocasionada por el público, ¡público ruso que lo apoyaba! por lo que lo repitieron y ahora sí, con un clavado espectacular, el soviético supero al mexicano en puntos; 905.025 unidades contra 892.140. 

Este es uno de los momentos más recordados en la vida de Carlos Girón, pues pudo ser un momento glorioso que le fue arrebatado por un localismo total. Descanse en paz este gran hombre.

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