La presente temporada no ha sido del todo buena para los Knicks, quienes marchan décimo terceros en la Conferencia Este con un récord de 30 victorias y 45 derrotas, aunque esto no es razón suficiente para que sus fans hagan lo imposible por estar cerca de sus estrellas favoritas.

Esto es lo que sucedió en un partido entre los de Nueva York y los Pelicans, cuando en el último cuarto, un niño decidió burlar la seguridad del Smoothie King Center para entrar a la duela en el momento en que se cobraba una falta.

Todo esto para conseguir un abrazo de Carmelo Anthony, quien le correspondió con una muestra de cariño mientras los árbitros detenían el juego. El niño de cinco años salió de la duela, corrió a su asiento y cumplió el sueño de su vida.

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