Philip Rivers es ya todo un veterano de la NFL pero el quarterback de los Chargers, soñaba con los emparrillados desde los 10 años.
La historia de Philip Rivers comenzó en 2004 y desde entonces, le ha dedicado su vida a los Chargers, con quien ha llegado a la postemporada en seis temporadas y con el que tiene el récord de más victorias, al sumar 106.
Su paso en la NFL podría terminar después de la temporada del 2019 pero acá te vamos a contar cómo es que comenzó ese sueño de estar en los emparrillados.
Fue con una tarea escolar como comenzó todo. Philip Rivers tenía que explicar todo sobre él en un proyecto, desde sus cosas favoritas, sus deseos, hablar de su familia, lo que quería ser cuando creciera y por supuesto, lo que no le gustaba.
En dicho proyecto quedó claro que Rivers era un apasionado de los deportes, que no le gustaba la mayonesa y que tenía diez años. En la esquina inferior derecha, Philip puso el recorte de un jugador de la NFL al que decidió ponerle su cara, haciendo alusión a que en un futuro le gustaría verse ahí.
El sueño de Philip Rivers no quedó plasmado en un pedazo de cartón, sino que comenzó a ayudar a su padre, quien era entrenador, durante la secundaria como chico de pelota, antes de empezar a jugar ahí también. Cuando los oficiales llevaban las cadenas para medir, el pequeño se metía y mantenía sus manos separadas hacia la línea lateral para dar la medida exacta que faltaba para un primer down.
Los años de secundaria se volvieron complicados para Rivers, quien pasó de ser un quarterback a apoyador de lado débil, lo que lo llevó a ser posteriormente un mariscal de campo escurridizo.
Sus años como colegial comenzaron con North Carolina State y su primera temporada, la terminó con un récord de 8-4, lanzando 25 pases de anotación y diez intercepciones. En la franquicia estuvo durante otros tres años.
La oportunidad en la NFL llegó en 2004, cuando firmó un contrato de seis años y 40.5 millones de dólares con los Chargers, que en ese entonces radicaban en San Diego.
27 años después de aquel proyecto en el que plasmó su sueño, Philip Rivers ha sido seleccionado en ocho ocasiones al Pro Bowl y aunque le falta un anillo de Super Bowl, pasará a la historia como uno de los mariscales de campo más efectivos.
