Todos sabemos que para tener cabida en un equipo de futbol americano, los aspirantes tienen que –además de posar para el “Lunes de mallitas”- superar difíciles pruebas… nada que ver con saber arrojar el ovoide o demostrar tener la fuerza necesaria para cargar a Paquita la del Barrio, no.
En el caso de los equipo de futbol americano de la Universidad Nacional Autónoma de México, son pruebas más ligadas a la “tradición”… ya saben: arrancarle la cabeza a un sapo a mordida limpia; lanzarse de panza a la alberca olímpica de CU, desde una plataforma de 10 metros; agarrarse a chanclazos hasta sacar mole; darse de manguerazos (ejem, ejem)… y para derramar testosterona: vestirse de mujer y pedir dinero… cosas de ese tipo, nomás como “novatada”, reporta Proceso.
En fin, hace unos días, el pasado viernes 24, a los jugadores veteranos de los Pumas de la UNAM -de la Liga Mayor- se les pasó un poquito la mano al dejar por 10 horas a Juan Francisco Espinoza Martínez haciendo ejercicios extremos bajo los rayos del sol… “leve, yo lo hago diario”, dirán muchos, pero lo manchado vino cuando le vieron potencial de Minion, nomás que algo falto de color, así que le aplicaron pintura de aceite en aerosol por todo su cuerpo… bueno, con excepción de genitales y plantas de los pies.
La inocente novatada le costó al jugador de 19 años llegar a la sala de urgencias del hospital “Adolfo López Mateos” del ISSSTE… para después ser trasladado a terapia intensiva, esto debido a la neumonitis que presentaba: ampollas con secreción purulenta en distintas partes del cuerpo, severa infección, saturación de oxígeno de 88.7%, cuando lo normal es entre 99 y 100%, fue el cuadro descrito por Roberto Baños Tapia, director del hospital del ISSSTE.
“Tomó casi dos horas hacer la limpieza (…) Cuando se aplica pintura y/o solventes que tienen hidrocarburos, estos se evaporan y se inhalan. Eso inflamó los alvéolos y por eso no estaba respirando bien. Fue intubado para que entrara presión de oxígeno por vía ventilatoria. (…) Ahora sus signos vitales son normales (…) [la] temperatura es lo que más preocupa porque al tener toda la piel cubierta no podía erradicar ese calor porque al no sudar no baja la temperatura”.
Según Baños Tapia, de no haberse atendido a tiempo Espinoza Martínez pudo haber muerto. El resto de los jugadores “sólo” necesitaron ser atendidos por quemaduras y lesiones en la piel, aunque esto por el propio personal médico del equipo.
La novatada fue realizada sin supervisión del entrenador Raúl Rivera o alguno de los integrantes del staff del equipo… bueno, sin presencia de alguien que supiera que no es buena idea colocar químicos sobre la piel… Pero qué iban a saber los juguetones universitarios…