El Schalke se encuentra en el ojo del huracán después de unas desafortunadas declaraciones realizadas por el presidente del consejo de vigilancia, Clemens Tonnies, quien tendrá que rendir cuentas ante el consejo de ética del club este lunes.
Tonnies se reunió con una agrupación profesional de operarios en el “Día de la Artesanía”, y la temática fue las consecuencias del calentamiento global, así como las medidas que se han tomado para combatirlo.
Ante este grupo, el directivo del equipo de la Bundesliga realizó un discurso, en el que criticó el hecho de que existan propuestas para incrementar impuestos, con el fin de tener recursos económicos para combatir los cambios climáticos y fue ahí cuando se le fue un poquito la boquita.
“En lugar de plantearse incrementos de impuestos para destinarlos a la lucha contra la crisis climática deberían construirse en África veinte centrales energéticas, así los africanos dejarían de talar árboles y de producir niños cuando oscurece“, y desde ahí se le vino la noche a él.
Las declaraciones han sido reproducidas por medios alemanes y ha provocado un descontento general, por lo que Clemens Tonnies ya ofreció disculpas, aunque las críticas en su contra no han cesado y podría perder el cargo que ha desempeñado desde 2001.
De acuerdo con Bild, la teoría del despido no está descartada, aunque todo podría quedar en una suspensión o un buen jalón de orejas, depende de lo que considere el comité de ética, el cual es conformado por tres abogados, un pastor evangélico y un asesor fiscal.
FIFA ha intentado calmar el racismo dentro del futbol, por lo que anunció que a partir de este año, si un equipo o jugador es víctima de expresiones racistas, se le podría otorgar el triunfo. Esto aplica únicamente para los torneos que celebre este organismo, como Mundiales y Mundiales de Clubes.
