El racismo en el futbol no es cosa nueva e infortunadamente se dio otro caso en el partido entre el Bayer Leverkusen y Schalke 04. El jugador turco, Hakan Calhanoglu, se disponía a cobrar un tiro de esquina cuando sucedió esto:

Seudoaficionados arrojaron pan al joven de 21 años y este dio una demostración de clase y educación con esta reacción, además de enaltecer su religión, misma que le provocó esta grosería.

Aún no se sabe si se atrapó a las personas que hicieron esto, pues no hay información oficial. Sin embargo, es más que claro que merecen un castigo y ser marginados de cualquier estadio para siempre.

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