La Conmebol confirmó que River Plate jugará la Final de la Copa Libertadores contra Boca Juniors, pese a la petición de Gremio de Porto Alegre para descalificar al equipo Millonario por la violación al reglamento por parte del técnico Marcelo Gallardo, a quien le cayó una sanción económica, además de una suspensión.

Tras la reunión de la Unidad Disciplinaria de la Conmebol, éste determinó que la falta de Gallarado durante el medio tiempo del juego de vuelta contra Gremio no es merecedora de la descalificación del equipo argentino, por lo que jugará el 10 de noviembre la Final de ida en la cancha de Boca y cerrará la vuelta en el Monumental el día 24.

Mediante un comunicado, la Conmebol explicó que rechazó el reclamo de Gremio, confirma el resultado por 2-1 del partido del 30 de octubre, pero el estratega deberá cumplir una suspensión de cuatro partidos, por lo que Gallardo no estará en el banquillo de River en ninguna de las finales.

Detalló que el timonel tiene prohibido ingresar al estadio de Boca para el juego de ida, además de que tampoco puede mantener comunicación de cualquier tipo con sus jugadores o cuerpo técnico durante ese partido y después deberá cumplir con otros tres juegos de suspensión, en los que sí tendrá acceso al estadio.

Además, el timonel fue multado con 50 mil dólares, cantidad que el club no pagará, pues la Conmebol la tomará directamente del monto por los derechos de transmisión que le corresponden al club argentino en la Libertadores y si vuelve a violar el reglamento, entonces será tomando en cuenta como un asunto grave, lo que implicaría un castigo severo.

Asimismo, el informe de la Conmebol aclara que Gremio cuenta con siete días para apelar la decisión publicada y también deja bien clarito que para tener el derecho a apelar deberá pagar mil dólares.

¿Cómo inició todo este alboroto?

Gremio acusó a River ante la Conmebol debido a que el técnico de los argentinos estaba suspendido porque había retrasado deliberadamente el regreso de sus jugadores a la cancha después del descanso en varios partidos de la Libertadores. La suspensión de un partido prohibía comunicación con sus jugadores y cuerpo técnico, pero el Muñeco se las ingenió para reunirse con sus pupilos en los vestidores durante el descanso.

El club brasileño, que fue remontado en los últimos minutos del partido, apeló al reglamento para que castigara a River por el incumplimiento de la sanción de Gallardo, de quien mostró videos de cómo se trasladó desde los palcos del estadio hasta los vestidores. El propio estratega confirmó los hechos y aseguró que no estaba arrepentido, pues consideraba que sus pupilos lo necesitaban.

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Sergio Ramírez es periodista egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, con más de 10 años de experiencia en medios de comunicación. Ha trabajado en Diario Estadio, La Razón de...

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