Por: Daniel Montes de Oca

América se encomendó al mejor de sus ‘santos’, pero en esta ocasión ni siquiera Oribe Peralta pudo salvarlo.

Las Águilas juegan como equipo chico, apuestan a la fortaleza de su sector defensivo para sumar puntitos, y aunque se quedaron cerca de llevarse el empate de La Comarca, a final de cuentas el futbol fue justo y Santos se levantó con la victoria.
Emotivo duelo en el TSM con una actuación redonda del conjunto local que, sin embargo, estuvo errático en la definición, y por poco, de nueva cuenta, se le escapa la victoria.
Jonathan Rodríguez con un tiro descompuesto venció al ‘gigante’ Agustín Marchesín, que había bajado la cortina gran parte de la contienda.
Todavía retumbaba el estadio con el tanto local, cuando el de La Partida, el alma del América nacido en Torreón, conectó un cabezazo que terminó en las redes locales.


En un gesto de respeto y grandeza Oribe se arrodilló para besar el césped de la que fue su casa, el sitio en el que consolidó grandes gestas.

América se salía con la suya, se iba a casa con un punto tan inmerecido como trabajado, pero en la última acción de la batalla, Diego de Buen, con escasos minutos en la cancha, se encontró un balón suelto, disparó y un desvío ayudó a la pelota a que dictara justicia y se fuera al fondo del arco azulcrema.
Estalló La Comarca, enloqueció el Chepo, enfureció La Volpe y el futbol fue justo.

Santos fue ganador con todos los merecimientos, y de paso, desplazó a las Águilas en la tabla general. En esta ocasión ni el ‘santo mayor’ salvó al América.
Oribe dejó la piel como lo hizo tantas tardes vestido de verde y blanco; sin embargo, hoy la casa gana, y gana con justicia.
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