Si alguien pensaba que los Golden State Warriors iban a estar de paseo en esta temporada para llegar a los playoffs, pues parece que no será así. El actual campeón de la NBA está teniendo un inicio muy turbulento.

Primero, perdieron ante los Houston Rockets con una canasta al final que se quedó a una décima de segundo de ser buena. Ahora, los Memphis Grizzlies les propinaron otro descalabro de manera casi dominante.

El equipo comandado por Marc Gasol siempre se le complica a los Warriors, pero en esta ocasión los maniataron físicamente y los jugadores de Golden State lo sintieron.

La frustración, el enojo y el nivel de juego se mostró para mal en dos de sus figuras. Primero, Stephen Curry reclamó una falta y en su desesperación le aventó el bucal al árbitro. Como esto no es la Liga MX pues lo expulsaron.

Más tarde Kevin Durant saldría del juego de igual manera y lo peor, peleando con los aficionados del estadio. Les hizo la seña de que él sí tenía un anillo de campeonato, pero eso ya queda en el pasado.

Después de esas dos demostraciones vergonzosas de falta de madurez, Curry fue el primero en arrepentirse. Al menos el mejor pagado de toda la liga aceptó que lo que hizo fue tonto y hasta infantil.

Ahora, a los Warriors les queda levantar el nivel porque hasta ahora no parecen ser los campeones. Van dos juegos, pero si la temporada acabara hoy estaría fuera de postemporada 😜

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