Antonio Rodríguez se ha adueñado de la titularidad de la portería de las Chivas, pese a que tiene la competencia de Raúl Gudiño, quien ya tiene experiencia en Europa. El arquero campeón en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, ha superado diversos obstáculos en el arco y aunque aún no llega el llamado a la Selección mayor, es uno de los guardametas más confiables de la Liga MX.
Es más, Toño no se conforma con atajadas, sino que hasta ha aportado goles, pues cabe recordar que él marcó el último gol al Veracruz, desde su propia área, a Sebastián Jurado en el torneo Apertura 2019.
Sin embargo, ante Toluca se le escurrió un balón que los chivahermanos (los que tienen Izzi) seguramente se quedaron anonadados al ver que el arquero terminó empujando el balón a su arco.
A los 59 minutos, Toluca movió un balón de tiro libre con un centro al área por parte de Rubens Sambueza, quien encontró a Diego González en lo alto del área. El jugador del Toluca remató con un cabezazo picado al poste, a donde no pudo llegar bien Rodríguez.
¿Osote y gajes del oficio?
El arquero recorrió la portería de manera correcta, pero no alcanzó a atacar bien el balón. Félix Fernández, analista de TUDN y exportero del Atlante, explicó que al portero de Chivas no alcanzó a bajar las manos a tiempo, debido a que Toño suele jugar con las manos a media altura, debido a que tiene la teoría que las manos a media altura le permite reaccionar más rápido.
Sin embargo, esta técnica cuenta con puntos en contra en balones rasos, pues los brazos deben hacer un recorrido más largo. Asimismo, consideró que el portero de Chivas pudo atacar el balón con los pies, de modo que si no es un ososte, pudo evitar el gol con otra técnica.
El Rebaño cayó por la mínima diferencia, por lo que Víctor Manuel Vucetich ya sabe lo que es perder al frente de las Chivas.
