Nacido en San Lorenzo (1996), Antonio Sanabria es un delantero paraguayo que acaba de cumplir 21 años, y que acumula 15 goles en sus primeras dos temporadas en La Liga, jugando para Sporting (11) y Betis (4).
El guaraní empezó a jugar en el fútbol de su país, llegó a uno de los clubes más importantes como es Cerro Porteño. Sin embargo, por cuestiones familiares se fue a vivir a Barcelona, donde empezó en el equipo de su localidad, y por su calidad técnica y capacidad goleadora, entró en la cantera blaugrana.
Aún siendo menor de edad, le convenció el proyecto que le ofrecieron en la Roma, y emigró a Italia, aunque fue cedido de inmediato al Sassuolo, donde apenas tuvo participación. El año siguiente, en La Loba no tuvo lugar, jugó con el Primavera (Sub-21) y en la Youth League, donde tuvo buena participación, anotando dos goles.
Para foguearse, disputó la campaña 2015-16 en el Sporting de Gijón, donde el paraguayo tuvo su mejor campaña hasta el momento. Con 20 años anotó 11 goles y fue pieza clave para que el Sporting se salvara, de milagro, en la última jornada. Creció mucho como futbolista, y este verano recaló en el Betis en una gran inversión del club verdiblanco que pagó casi 8 millones de euros a la Roma para ficharlo definitivamente.
En Gijón fue titular indiscutible desde el principio, pero en el cuadro bético le ha tocado picar piedra para ganarse su lugar. El constante cambio de sistema, las rotaciones que ha sufrido el equipo con los dos técnicos del Betis esta temporada (Poyet y Víctor Sánchez) y sobre todo, las lesiones, han frenado su rendimiento en esta campaña.
Desde hace algunas semanas, por fin ha tomado ritmo, y acumula cinco titularidades consecutivas, donde acumula dos goles y buenas sensaciones. Ha jugado solo en punta, o acompañado por Rubén Castro, el máximo goleador del Betis, y se le ha visto cómodo de ambas formas.
Sanabria es un delantero de área. Es rápido y tiene buena capacidad de pase (es canterano del Barcelona), pero se siente más cómodo cerca de la portería. Su arrancada es potente y se desmarca muy bien. Su mayor virtud es su olfato goleador; sabe dónde colocarse, y tiene esa “suerte” de los grandes delanteros.
Tiene que seguir trabajando en la definición, porque falla ocasiones muy claras, y se desespera rápido cuando empieza a fallar.
Ya es seleccionado nacional con Paraguay, aunque no ha podido estrenarse en 8 juegos con la selección guaraní.
