No cabe duda que uno de los momentos más espectaculares que tiene un partido de basquetbol es una clavada, esa en donde puedes dejar sentado a tu rival o simplemente te admiran mientras retacas el balón en la canasta.

Marcus Moore tenía eso muy claro, tomó el balón después de que la Universidad de Wayne State lo robó y se encaminó hacia el área rival, despegó los pies de la duela y los defensores lo siguieron en su trayectoria.

Como era de esperarse intentaron estorbar, con la fuera que Moore llevaba logró clavar la esférica y acto seguido su cabeza golpeó contra el tablero, lo que lo hizo caer estrepitosamente.

De inmediato se le llevó a realizarle algunos estudios por el golpe en la cabeza, y afortunadamente todo salió bien fuera del fuerte golpe que sufrió.

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