Por: Luis Ricardo Hernández R./ @LUISRICARDOHR

El VAR (Video Assistant Referee) no va expiar los pecados de la Federación Internacional de Futbol Asociación, pero no hay duda de que es un pequeño rayo de esperanza que resplandece cual fulgor en medio de la podredumbre de la FIFA y el FIFA Gate. Ayer en el partido entre México y Portugal de la Copa Confederaciones se presentó un hecho histórico: el primer gol anulado con ayuda de la tecnología en un torneo mayor de FIFA.

El gol en cuestión ocurrió al minuto 22 del encuentro; sin embargo no se anuló por la jugada final sino por una ocurrida segundos antes. Cristiano Ronaldo ejecutó un tiro libre, su remate se estrelló en la barrera y el rebote le quedó a Joao Moutinho. Este recentró el esférico y Pepe le bajó la bola a CR7. El astro del Real Madrid disparó, el tiro dio en el travesaño, el rebote le quedó a Nani, quien disparó pero su remate fue desviado por Pepe y entonces se coló al arco de Guillermo Ochoa.

Néstor Pitana, árbitro del partido, de inmediato hizo la seña de que la jugada estaba en revisión y al final se determinó que el gol no era válido debido a que Pepe estaba en fuera de lugar, pero no en el último remate, sino al momento de bajarle el balón a Cristiano Ronaldo previo a que CR7 estrellara su disparo en el travesaño.

Mientras esperábamos la decisión, la sensación fue de expectación e incertidumbre. El nervio floreció en el estómago de los aficionados mexicanos casi como la inquietud del primer día de clases. La transmisión internacional mostró que Pepe sí estaba en fuera de lugar y entonces hubo alivio en el corazón de todos los fans del Tri.

El VAR no sólo le añade justicia al futbol y le echa la mano a los árbitros (que buena falta les hacía); sino que le da otro sabor al juego. El nervio de no saber qué decidirán los oficiales (porque ya han anulado y convalidado goles) genera un estado de expectación constante y para nada le quita esa ‘magia’ al futbol.

Los que se llaman a sí mismos “románticos del futbol” dicen estar en contra de la tecnología y uno de sus “argumentos” es que ésta le quitaría emoción al futbol, pues bien, ya vimos que no. Aferrarte a que no haya ayuda del vídeo en el balompié sólo porque esa no es “la esencia del juego” es absurdo. Guardando proporción, es como creer que los chinos deben seguir rompiéndole los pies a las niñas de aquel país sólo porque es la “tradición” y “así ha sido siempre”.

Los pies de estas niñas se dañan al momento de romperlos y el futbol también se lastima cuando no se usa la tecnología. De inmediato se viene a la mente la pregunta ¿Qué hubiera pasado si hubiera existido el VAR en estos juegos?: Corea del Sur vs Italia 2002, Corea del Sur vs España 2002, Barcelona vs Chelsea 2009, Alemania vs Inglaterra 2010, México vs Holanda 2014, México vs Panamá 2015 etc.

Uno intenta creer en la integridad del juego, pero la realidad es que sin ayuda de la tecnología era muy difícil entender ciertos errores arbitrales y de inmediato te preguntabas si en realidad los silbantes eran tan malos, o si los habrían sobornado o si las casas de apuestas habrían tenido algo que ver en el resultado del encuentro. Y por más que quieras suponer que todo son errores humanos, es difícil pensar de manera tan inocente cuando media FIFA está en la cárcel y la otra mitad bajo investigación por aceptar sobornos para la elección de sede de un Mundial.

Otras cosas que argumentan (o argumentaban) los detractores de la tecnología en el futbol es que no se sabría qué jugadas revisar, que el juego se detendría mucho y que habría más polémica. En todo estaban mal y ayer nos quedó claro. Primero que nada, sólo se pueden revisar cuatro jugadas: goles, penales (si se deben marcar o no), expulsiones y confusión de identidad de jugadores.

Segundo, el juego entre México y Portugal se paró exactamente 39 segundos; entre que Pitana recibió la indicación de que la jugada estaba bajo revisión y se decidió anular el gol. Se pierde más tiempo cuando un jugador finge una lesión. El partido entre Chile y Camerún se detuvo un poco más pero tampoco fue una diferencia significativa.Y tercero, qué polémica puede haber cuando estás viendo lo que ocurrió: el reglamento del balompié es sencillo, aquí no hay “proceso de la recepción” (coff, coff Dez Bryant) o algo así. Son cuatro las cosas que se pueden revisar y ya: si un gol vale o no, si una expulsión es o no, si un penal debió de ser marcado o no y si se está amonestando o expulsando al jugador correcto.

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Quizá lo único en lo que aún tienen un punto los que están en contra de la tecnología es en el “qué pasaría si”. Este grupo de personajes suelen imaginarse escenarios en los que un gol viene viciado de origen y ocurren más de 30 toques desde la infracción hasta el momento de la anotación. Es verdad que la FIFA no ha especificado (y debería) cuántas ‘jugadas’ se puede retroceder en la revisión, pero lo de ayer es un gigantesco paso hacia adelante.

Vamos, el trabajo del árbitro será mucho más sencillo con el VAR como aliado. Los oficiales sin problema pueden aplicar la que hacen los árbitros de la NBA cuando hay una ‘Falta Flagrante’ en los últimos minutos: siempre la marcan para poder revisarla y luego determinar si es o no es. Jugada dudosa, simple, marcas la infracción la revisas y si procede, sancionas la falta y sino reanudas con bote a tierra o de otra forma, según sea el caso.

Es más, ya hasta ocurrió así ayer: en el segundo gol de Chile el asistente levantó la bandera pero el central dejó correr la jugada, misma que terminó en gol, al final la revisó y como no había fuera de lugar el tanto se dio por bueno, de haber habido offside el gol se hubiera invalidado.

Para dejarlo claro: seguramente muchos de ustedes recuerdan el partido entre México y El Salvador de la Copa Oro  2011 que el Tri ganó por goleada. En es encuentro hubo un extraño penal de último minuto que el Chicharito convirtió en gol. Tras el escándalo de amaño de partidos en selecciones centroamericanas se dijo que apostadores muy influyentes habían metido una gran cantidad de dinero a que se marcaban por lo menos cinco goles en el partido. Si el VAR hubiera existido, la jugada se hubiera revisado, no hubiera sido penal y esa polémica de los apostadores se habría terminado (antes de que aparezca aquel que sin pruebas va acusar a la Selección Mexicana de la controversia, aquí es entre los apostadores y el árbitro, el Tri no tiene nada que ver).

En conclusión, la tecnología en el futbol era necesaria no sólo como una ayuda para los oficiales y un paso en la evolución del balompié, sino como una manera de legitimar a un golpeado deporte. La Copa Confederaciones es el primer examen real del VAR y determinará en gran medida cuál será el futuro del video en el futbol, pero hasta ahorita va aprobando esta evaluación con mención honorífica.

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