Esta madrugada nos cayó la noticia de que el ex ala defensiva de los New Orleans Saints, Will Smith, falleció en un tiroteo. Una discusión en el tráfico le valió la vida al ex jugador de la NFL pero deja un gran legado para la ciudad en la que jugó.
Smith fue parte del equipo que le regresó la alegría a New Orleans después del desastre que hizo el huracán Katrina. Ese fenómeno natural que destruyó parcialmente el estadio del equipo y después se reabriría para unos años después ser campeón de la liga.
El defensivo durante su mejor época fue de los más dominantes en la NFL. En el año del Super Bowl para los Saints, logró 13 capturas de mariscal de campo y fue el capitán y líder de esa defensa que apoyaba de gran manera a la ofensiva de Drew Brees.
Ahora, su vida se vio interrumpida dramáticamente. Lo curioso, sucedió apenas a unas calles del Mercedes-Benz Superdome, la casa que lo vio nacer como jugador profesional y que lo vio desarrollar todo su potencial.
Los aficionados y la NFL lo recordarán con gran cariño. Que descanse en paz.
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