Por: @LUISRICARDOHR

Tu país aún no ha digerido el retiro del futbolista más grande en su historia pero ya dicen que tú eres su nueva versión. Vaya losa la que cargas en tus hombros, pero las comparaciones parecen justificadas. Qué importa que apenas tengas 20 años, tu talento es innegable y vamos, llenar los botines de Zindeinde Zidane es pan comido.

Empiezas bien y te venden a un grande de Europa pero no triunfas. Regresas a Francia y y haces uno de los goles más bellos en la historia del futbol. Quién diría que hoy, ocho años después de aquel magnífico tanto, tu carrera estaría en un equipo del montón en la Ligue 1 y borrado de la Selección Gala.

Hoy en las Antipromesas les traemos la historia de Yoann Gourcuff, el “Pequeño Zidane” que a lo largo de su carrera tuvo más de “Pequeño” que de “Zidane”. En una entrega anterior de esta sección presentamos a Alexandre Pato y se le consideró el jugador con más talento en haber aparecido aquí, Gourcuff está al nivel del brasileño.

Inicios: Padre e hijo y el peso de un apodo

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Yoann Miguel Klein Gourcuff nació un 11 de julio de 1986 en Burdeos, Francia, y desde muy joven mostró talento para el futbol. El jugador se enfiló en las fuerzas inferiores del Lorient, que entonces era dirigido por su padre Christian. Yann debutó muy joven con las Merluzas y mostró buenas cosas.

En el 2003 Christian Gourcouff se convirtió en entrenador del Stade Rennes de la Ligue 1 y por supuesto que el estratega no iba a dejar desamparado a su hijo. Yan firmó un contrato con el Rennes y de nueva cuenta jugaría en un equipo dirigido por su padre.

Pese a que algunos pudieran pensar que Yan Gourcuff estaba donde estaba por su padre, la realidad era distinta. El jugador mostró tener gran talento y ser un especialista en los disparos a balón parado. En el 2005 el joven enganche fue elegido para participar en la Euro Sub 21 y Francia se llevó el trofeo.

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En aquel torneo Gourcuff tuvo una participación muy destacada y la necesidad de un nuevo ídolo ante el venidero retiro del Mago hizo que la prensa francesa lo bautizara con un apodo que marcaría su carrera para siempre: “El Pequeño Zidane”. Y es que el joven enganche se movía casi igual que Zizou, pesaba un kilo menos y media un centímetro más. Sí tenían similitudes pero la inconsistencia de Yoann era lo contrario a la magia de Zidane.

Tras aquel campeonato Sub-21, las expectativas sobre Gourcuff crecieron sin medida y de inmediato se le empezó a relacionar con grandes clubes en Europa. En el 2006 el jugador fue fichado por el AC Milan y comenzaría su historia de decepciones.

Milán: Su primer fracaso; Burdeos: El gol más bello y el título de la Ligue 1

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En el 2006 el joven Gourcuff fue vendido al AC Milan. Los Rossoneri creían que tenían en su poder al verdadero sucesor del Mago. Vaya error. El Pequeño Zidane debutó con gol y asistencia y dio un gran juego contra el AEK Athens en la Champions, pero eso para nada sería un presagio de lo que se vendría.

Gourcuff tuvo la suerte de ganar una Orejona con el Milan, pero individualmente fue una de las mayores decepciones con el conjunto lombardo (y eso que el Milan ha comprado cada tronco). En las dos temporadas que estuvo con los Rossoneri el mediocampista sólo pudo marcar dos goles en 35 partidos de liga y defraudó a la afición milanista.

En el 2008 el Milan decidió prestar al jugador al Girondins de Burdeos, equipo de la ciudad natal de Yoann Gourcuff, y el enganche encontró lo que no había tenido en Milán: estabilidad. No hizo muchos goles, pero en su primera campaña jugó casi todos los partidos de liga y ayudó a su equipo a ganar la Ligue 1 para así  romper la hegemonía del Lyon. Mientras que en su segunda temporada con el Burdeos se ganó un lugar para el Mundial. Además, en el 2009 hizo uno de los mejores goles en la historia del futbol. Ya les pusimos el vídeo arriba, pero como en verdad el tanto es hermoso, se los volvemos a poner.

Antes de Sudáfrica 2010 el Burdeos hizo válida la opción de compra y pagó cerca de 12 millones de libras esterlinas por el mediocampista. El equipo galo creía que había obtenido una ganga, pues si Gourcuff tenía un buen Mundial el jugador valdría mucho más de lo que pagaron por él, pero en aquel certamen (al que Francia ni debió de haber ido por la mano de Henry vs Irlanda) fue un desastre total para Les Blues.

El ‘Carnaval’ del Mundial 2010, la expulsión y las lesiones en Lyon.

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¿Se acuerdan de Raymond Domenech? Sí, bueno para quienes no, Domenech era un entrenador galo que en un punto de sus carrera le dio por decidir quién jugaba y quién no basado en la astrología. En el Mundial del 2010, Francia tuvo un conflicto interno terrible y se dice los jugadores boicotearon el certamen  (o sea que no tenían interés en ganar sus partidos).

Nicolás Anelka se peleó con Domenech y lo insultó de fea forma, Patrice Evra casi se agarra a golpes con el preparador físico, algunos directivos renunciaron, Anelka fue expulsado de la concentración y todo eso antes del último partido de la Fase de Grupos.

En el tercer juego de la primera ronda Francia enfrentó a Sudáfrica en medio de los rumores del boicot y Yoann Gourcuff se hizo expulsar pegando un torpe codazo en el cuello de un jugador africano que debió abandonar el encuentro por lesión. Se supone que todos los jugador franceses estaban de acuerdo con lo que ocurrió en aquel Mundial, salvo Jeremy Toulalan que no aparentemente no sabía nada, Toulalan no ha vuelto a ser llamado a la escuadra nacional desde entonces, Gourcuff jugó con Les Blues por última vez en el 2013 y Patrice Evra sigue siendo capitán… ustedes dirán.

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Tras el carnaval del Mundial 2010, Gourcuff encontró un nuevo equipo, uno que se suponía vivía en los primeros planos del futbol francés: el Olympique de Lyon. Sin embargo, el enganche no sólo fue parte de la peor época del Lyon en la era reciente, sino que se perdió una gran cantidad de partidos por lesión.

Desde el inicio de la temporada 2011-2012 hasta el fin de la 2013-2014, Yoann Gourcuff se ausentó de 47 juegos (contando todas las competencias) debido a múltiples lesiones. De hecho, en marzo del 2015 el jugador sufrió una extraña lesión que lo mantuvo 292 días alejado de las canchas. Gourcuff  volvió a jugar hasta enero de 2016.

Segunda etapa en el Rennes: Todo se queda en familia

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Tras superar le extraña lesión que lo había mantenido fuera por casi un año, Yoann Gourcuff dejó al Lyon y fue traspasado al Rennes, equipo dirigido por… así es, adivinaron, Christian Gourcuff, padre del Pequeño Zidane. Yoann Miguel lleva año y medio con el Rennes y ya hizo más goles que con el Milan, quizá ese es su verdadero nivel: un buen jugador para equipos de media tabla para abajo y hasta ahí.

En algún momento el mediocampista llegó a estar valuado en 20 millones de libras; hoy no llega ni a cuatro. Apenas tiene 31 años, lo que quiere decir que aún le quedan un par de temporadas rendidoras. Sin embargo, ya todos sabemos que nunca dará lo que se esperaba de él.

Esta fue la historia de Yoann Gourcuff, el Pequeño Zidane que no está aquí por malo sin por inconsistente; porque al igual que Alexandre Pato tenía todo para ser un auténtico crack mundial pero por unas o por otras el jugador siempre se quedará como una eterna promesa con destellos de talento.

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