Por José Ignacio Lanzagorta García

Habrá ganado AMLO. Tal vez no por más de 20 puntos. Tal vez por apenas 10. ¿Que falta el conteo distrital y luego tribunal? Va. Pero no le busques más. Ya te lo esperabas. En el fondo sabías que sí: “las encuestas fallan”; sí: “el voto oculto”, sí: “todo puede pasar”, pero al final, que los agregadores de encuestas dieran más de 20 puntos de ventaja ya te daba alguna idea sobre el resultado que podíamos esperar de la elección. Probablemente siempre habías votado por el ganador o, de perdida, no quedaba tu peor opción. Esta vez no fue así. Dejemos de pelear. Cerca de la mitad (quizá) de este país, una mayoría electoral, quiso un cambio, así como cuando en 2000 sacamos al PRI de Los Pinos y lo hicimos con Fox, no con Cárdenas. Hoy una nueva mayoría lo quisimos sacar de nuevo, pero no con Anaya, sino con AMLO, con el “Peje”. Deja de llamarnos “chairos” que eso no te ha servido y seguirá sin servirte para nada.

No dabas crédito de que la gente pudiera ser tan tonta. ¿Cómo podrían votar por ese tipo que te exaspera cuando habla, que alguna de la gente con la que se rodea te resulta tan chocante, que nos quiere llevar al pasado lopezportillista? ¿Cómo no podían sentir tu mismo escozor? ¿Cómo podías tú unirlos a tu repudio sino descalificándolos por apoyarlo? A ver si así les da por lo menos algo de vergüenza, habrás pensado. Resentidos, flojos, chairos. La única manera de comprender a quien pudiera preferir a AMLO sobre los otros ha sido enmarcarlos así.

2 de julio. Empieza la reconciliación nacional. Es cuestión de formalidades que AMLO sea nombrado “presidente electo” y, en pocos meses, arrancará su gobierno. Si todavía estás enojado porque ganaron los chairos va estar complicado, pero espero encuentres tranquilidad, porque México siempre va a necesitar lo que en esta administración casi no hubo y que en parte por eso ganó AMLO: una oposición. Pero una oposición de a de veras, una que sí sirva, ¿o de qué te ha servido vociferar contra los chairos en todos estos meses sino para ver crecer a AMLO en las encuestas? ¿Y si esta vez intentas darle a esta sociedad tu inteligencia, tus razones, tus propuestas y tus críticas en vez de tus vísceras?

Foto: @lopezobrador_

El 2 de julio empieza la rebatinga seria por los huesos. Si sigues enojado, te fastidiará ver cómo se van posicionando rumbo a la próxima administración viejos y nuevos conocidos. Te preguntarás, hastiado, que qué tan diferente podrá ser realmente un gobierno que tiene pilares similares. A veces me lo pregunto yo también. Pero pensando que tu peor escenario era esta victoria electoral, ¿no te da cierto alivio? A mí no tanto; de hecho, me decepciona. Pero no encuentro cómo la segura continuidad de lo anterior podía ser mejor sin darle oportunidad a algo que podría ser distinto. Sólo pienso que enfocarse a la congruencia o la incongruencia del proyecto que está por empezar con respecto a las expectativas también imaginarias que tendrías de él, tampoco conduce a nada. Vámonos pasito a pasito, tema por tema, venga como venga.

La crítica rabiosa se encontrará rápido con la defensa fanatizada. Ya lo sabes: alrededor del lopezobradorismo habrá incondicionales, oportunistas en su mayoría y otros con convicción, pero no pierdas el tiempo con ellos. No ganas mucho desviviéndote por ponerlos en evidencia. Mejor concéntrate en encontrar los canales para participar, para llevar tu voz a tus representantes y luchar por lo que crees que es mejor para este país. No: los llamados a “un solo México”, de “si todos queremos lo mismo, ¿para qué discutimos?”, de “ponerse a trabajar”, no son el camino de la reconciliación, ni siquiera son, de hecho, el camino de la democracia. Al contrario, toca canalizar el disenso y hacerlo productivo, toca aprender a convivir en la diferencia, a aprender a no ser un solo México, sino muchos y tratar de velar porque todos tengan las mismas oportunidades y formas de representación. Acá el único cambio que sí está en uno es la actitud con la que decides abordar esto que llamamos democracia.

Te mando un abrazo fraterno. En unos meses ya estaremos discutiendo sobre aeropuertos, refinerías, derechos progresistas, nombramientos, reformas educativas y programas redistributivos. Y si el 2 de julio este texto no tiene sentido, el que tiene miedo soy yo… a ver qué hacemos con el tigre.

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José Ignacio Lanzagorta es politólogo y antropólogo social.

Twitter:@jicito

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