Banner es una husky de Georgia, Estados Unidos, que se encarga de cuidar a su dueña Whitney Braley, quien sufre de Trastorno de estrés postraumático (TEPT), una enfermedad que pueden sufrir las personas que han vivido un evento muy fuerte como una guerra, huracanes, o accidentes automovilísticos y que pueden generarles ataques de ansiedad y comportamientos agresivos.
Pero esta tierna husky de tres años no sólo ha demostrado que posee un gran corazón por ayudar a Whitney o por su ardua labor combatiendo el bullying usando cosplays, también lo ha hecho por convertirse en la mamá adoptiva de siete gatitos que fueron encerrados y abandonados en una caja cuando solamente tenían un día de nacidos y que estuvieron a punto de morir.
Braley dijo en una entrevista con el medio Metro (un portal de Reino Unido, no el periódico que venden aquí en CDMX), que Banner la alertó y la llevó al bosque donde se encontraba una caja sellada. Al abrirla descubrió a los pequeños gatitos, congelados y al borde de la muerte. “Alguien debe haberlos metido en una caja de cartón, cerró la tapa y los dejó allí para morir”, dijo Whitney. “Probablemente pensaron que nadie los descubriría. Ni siquiera sé cómo Banner sabía que estaban allí. Los gatitos estaban helados y no maullaron ni nada”.
Desde ese momento Banner no le ha quitado los ojos de encima a los gatitos, a quienes ha adoptado como si fueran sus propias crías. Esto mientras Whitney le encuentra un hogar amoroso a cada uno de los mininos, pues dice que no le gusta llevarlos al refugio de su ciudad porque en ese lugar matan a los animales al tercer día, así que prefiere criarlos un tiempo y luego encontrarles una familia que se haga responsable de ellos.
Whitney Braley mencionó que Banner siempre ha sido fan de los gatos. Aunque la perrita fue esterilizada cuando tenía un año eso no le quitó su instinto maternal, el cual comparte a menudo con los gatitos que se quedan huérfanos. De hecho su dueña dijo que hace dos años esta heroína se encontró a un minino atrapado en una zanja, a quien crió y alimentó al igual que otros gatitos que han recibido al menos 10 litros de leche por parte de esta tierna lomita.
¿Ven por qué amamos a los suaves lomitos del mundo?