Una vez más, ya llegó esa bonita época del año donde sacamos las bufandas, comenzamos a reflexionar sobre el año que se va y sobre todo, donde morimos de nervios por saber si este sí será el año donde por fin te consagrarás como el Godín alfa, llevándote la pantalla de  42″ de la oficina.

Oh sí, ese ritual tan ancestral, llevado de generación en generación por nuestros antepasados, se ha vuelto un obligado decembrino para todas las oficinas del mundo. La vida es una rifa, carnal, y no hay nada que lo demuestre más que estos rituales godinez decembrinos:

1.- “A veeer, ¿ya se anotaron todos? ¡Saaaaquen papelitooo!”

Bueno, hay oficinas ya más en onda donde se suben al tren de la modernidad y usan sofisticadas apps o websites para facilitar la organización de Godinlandia, pero al final el resultado es el mismo: terminas rezando por que no te toque tu jefe, o porque no le toques a esa persona codísima que le da igual regalarte unos tenis patito.

2.- “A Normita le gustan las Tortugas Ninjas, ¿no?”

Mucha unión, muy compañeros, muy bonito todo hasta que te das cuenta que NUNCA has mantenido una conversación con quien te tocó en el intercambio. Ahí estás intentando que tu compañerito de sistemas le saque la sopa a Normita, para saber si le gustan más los aromas cítricos o suaves para esa vela de aromaterapia.

3.- En el intercambio te vuelves “amigo” del que te ganó el ascenso…

Si estabas peleado con la de cuentas porque el jefe la eligió para el puesto que querías, eso quedó en el pasado. Esta es una época para perdonar, ser feliz, compartir y comenzar de cero… claro, por las 5 horas que dura el así llamado ‘convivio’. Al día siguiente todo vuelve a la normalidad con su bonito hate.

4.- …hasta que empieza la barra libre de la convivencia.

Ah, no, momento. Dense unas 4-5 cubas para empezar a netear de su admiración mutua pero del por qué sí y por qué no del mundo laboral y llegar a la conclusión de “sea como sea pues hay que darle porque no hay de otra, amiga, la cosa está bien fea afuera, amiga”.

5.- ¡Ahhh! Pero todavía falta la rifa de la oficina…

Donde los fantásticos regalos no se hacen esperar. Que si la licuadora, que si la batidora, que si la agenda 2019, hasta que se escucha “OIGAN NO MANCHEN LA PANTALLA SE LA LLEVÓ EL NUEVO DE SISTEMAS, NO LLEVA NI 2 MESES EN LA OFICINA Y NOSOTROS LLEVAMOS MÁS DE 4 AÑOS Y NO NOS LLEVAMOS NADA, OIGAN. HAY QUE HABLAR CON EL JEFE, NO SE VALE OIGAN”. Típico.

6.- Y es que… ¡¿por qué siempre son los mismos regalos?!

Y todo para que te toque un balón de futbol viejo, desinflado, que va a acabar de casco de alguien en la fiesta…

Este diciembre, ya sea que te haya tocado alguien que no conoces, o hasta el mismísimo jefe, te recomendamos buscar ayuda de los profesionales para elegir el regalo. Por suerte, Coppel lanza su bot Coppo, un perrito que te ayuda a elegir los regalos de Navidad. Solo tienes que entrar a su perfil de Facebook y enviar un mensaje por Messenger para que empiecen a interactuar. Responde las preguntas que Coppo te haga para darle al clavo y elegir el mejor regalo para el intercambio.

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