El chef francés Joël Robuchon, murió a los 73 años en Suiza como consecuencia de un cáncer de páncreas, de acuerdo con Le Figaro. La religión, en concreto la Iglesia católica, hizo que el francés se convirtiera en el chef con el mayor número de estrellas Michelin en la historia de la alta cocina, poco más de 30. Su importancia es tan grande, que durante gran parte de su carrera culinaria fue llamado el “cocinero del siglo”, un honor que recibió en 1990 por la guía gastronómica Gault et Millau.
Pero entonces, ¿qué tiene que ver la religión con su cocina? En realidad, nacido en una familia sumamente religiosa, su primera vocación al menos cuando era un niño, fue ser cura. Cuando estaba en la iglesia, ayudaba a las monjas a preparar los alimentos del día para los seminaristas, y así fue como descubrió que quería ser cocinero. Y lo logró, al grado de tener en su historial el récord en el número de estrellas Michelin, las cuales califican los restaurantes con base a diversas características como la calidad y los platillos.
Robuchon se especializó en la alta cocina francesa y la española, un país con el compartió gran parte de sus triunfos como cocinero y algunos platillos. Entre los más destacados de su cocina está la crema de coliflor con caviar, ravioli de langosta, la tarta de trufa, pero sobre todo, su puré de papas. Fue dueño de varios restaurantes en tres continentes distintos y varias capitales del mundo como Mónaco, Las Vegas, Hong Kong, París, Tokio y Bangkok, y con los cuales recibió más tres estrellas Michelin.
El vocero del gobierno francés, Benjamin Griveaux, afirmó la noticia y escribió un mensaje en su cuenta oficial de Twitter: “Joël Robuchon, el chef visionario que tenía más estrellas en el mundo, murió hoy. Desde París a Shanghai, su savoir-faire (esencia o toque especial) se convirtió en una forma de arte que hizo de la cocina francesa, algo brillante y que inspirará a muchas generaciones de cocineros”.
Joël es uno de los chefs internacionales que se han ido este 2018. El primero de reconocimiento a nivel mundial fue el francés Paul Bocuse, quien murió el 20 de enero a los 91 años y fue considerado como el padre de la corriente nouvelle cuisine. El 8 de junio, el estadounidense Anthony Bourdain se quitó la vida y la noticia dio la vuelta al mundo por diversas razones. La primera, fue uno de los cocineros más importantes de su país; en segundo lugar porque se convirtió en un pionero de los programas sobre cocina; y por último, porque utilizó la comida como una forma de hablar de la diversidad, tolerancia y respeto por las tradiciones de las culturas más vulnerables en el mundo.