Mientras pasaban las horas y el sistema PREP se iba rellenando poco a poco, una cosa se estaba volviendo notoria: el PRI estaba perdiendo en casi todas las elecciones que participaba. Ahora, dos días después, y con más calmita, podemos sacar las cuentas y medirle de qué tamaño estuvo la golpiza electoral al partido tricolor. Perdieron la presidencia, no pudieron poner a ninguno de sus afamados gobernadores y salieron muy heridos en las elecciones legislativas a lo largo y ancho del país.

Entonces, ¿de qué tamaño estuvo la derrota?

¿Se acuerdan del 7-0? ¿de la eliminación de Brasil contra Alemania en el 2015? ¿de la pelea de Julio César Chávez hijo? Algo así.

En la carrera presidencial, el abanderado priista, José Antonio Meade, se quedó atoradísimo en el 16% que lo mandó a un lejano tercer lugar. Un tercer lugar que lo dejó a 6 puntos porcentuales del segundo lugar y a un estrepitoso 37 por ciento abajo de López Obrador. O sea, siguiendo los datos del PREP, si Pepe hubiera triplicado sus votantes, igual se quedaba corto.

Antes de arrancar las elecciones, el PRI tenía dos gubernaturas que buscaba mantener: Yucatán y Jalisco. En ambos casos, tuvieron que despedirse de la titularidad. En Jalisco, el de Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro, le comió el mandado. En Yucatán, lo más probable es que el frentista, Vila Dosal, se les coló a la gubernatura. En las otras seis elecciones para encontrar gobernador, el PRI perdió todas. Ouch.

En la CDMX, Mikel Arriola no figuró con sus 14 puntos porcentuales. Muy por debajo de Barrales y Sheinbaum, las dos punteras. Dentro de la capital, el PRI solo ganó la delegación Cuajimalpa, gracias a Adrián Ruvalcaba. Aunque sea tuvieron una para festejar.

En el Estado de México, la cosa estuvo trágica para los priistas. Pero trágica nivel Mercado de Lágrimas. 

Antes de las elecciones tenían 83 municipios para sentirse orgullosos, eso cambió radicalmente. De los 125 municipios del EdoMex, el PRI se quedó nada más con 23. Detalle curioso, los priistas perdieron hasta Altacomulco.

¿Y en los Congresos?

En el Congreso a nivel federal, el PRI apunta a ser la tercera fuerza política. De los 500 espacios que tenemos para los queridísimos diputados, el vapuleado Partido de la Revolución Institucional nada más logrará alrededor de 60. Menos de la mitad de los que conseguirán los del Frente y ya ni se diga de cómo les fue a la coalición de Juntos haremos historia.


En el Senado la cosa está igual de mal, el PRI nada más ganó una candidatura por mayoría en todo el país: la de Yucatán. De ahí en fuera, ni sus luces.

Hasta en sus casas.

En Sonora, la hija de Manlio Fabio Beltrones perdió la carrera al Senado y en Hermosillo, su tierra, por primera vez en la historia no tendrá un priista al mando.

80 años de priistas se acabaron en Chilpancingo, tierra de René Juárez. En Hidalgo, donde nació Osorio Chong, perdieron Pachuca y Tula. A eso, súmenle la caída de Atlacomulco y las derrotas de Monterrey, Saltillo, Matamoros, Ciudad Victoria y Mazatlán y se darán cuenta del tamaño de la debacle priista.

Ah sí, también se están llevando al baile a sus compadres de Nueva Alianza.

*Con información de Reforma

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Soy Max Carranza y me he pasado la vida rodeado de memes, cultura digital y bastantes horas frente a las pantallas. En el camino me encontré la pasión por abordar los temas sociales más urgentes e intentar...

Comentarios

Comenta con tu cuenta de Facebook