Por Alejandra Eme Vázquez

El nuevo año está a la vuelta de la esquina y seguro que muchos de nosotros dedicaremos una de las 12 uvas al deseo de leer más (y mejor), porque bien sabemos que la lectura es una poderosa herramienta de la imaginación y la resistencia. Para que este propósito no sea de los que se olvidan allá por marzo, aquí hay una propuesta para llenar su 2018 de lecturas entrañables y esperanzadoras. Todos estos libros se clasifican como Literatura Infantil y Juvenil, pero que eso no les engañe: podremos haber dejado atrás la edad de ser llamados niños o jóvenes, pero las bondades de leer LIJ nunca van a dejar atrás a nadie.

Quiero dedicar especialmente esta entrega a Jimena Eme Vázquez, mi hermana, quien fue curadora activa de la presente selección y con quien tuve largos ratos de conversación acerca de las razones para ubicar cada título en cada mes. De manera que esta ruta de 13 maravillosos libros para 2018 es producto de intensas deliberaciones, bajo rigurosos criterios. Estos son los resultados.

ENERO: Más gordo el amor

El honorable jurado seleccionador consideró que la forma perfecta para comenzar 2018 con el pie derecho es esta historia interesantísima y muy divertida que se plantea a partir de lo que todos soñamos alguna vez, especialmente en la cuesta de enero: ganar la lotería. Este viaje de antología, que se hace acompañar con ilustraciones del gran Bernardo Fernández, es una reflexión sobre las oportunidades y las búsquedas personales, que no necesariamente tienen que ver con riqueza material.

Antonio Malpica, Más gordo el amor, (ilustraciones de BEF), Océano, México, 2015.

FEBRERO: Pink doll

Esta novela es la segunda en la serie de “dolls” lanzada por Ediciones B desde 2010, en las que seis autoras cuentan historias extraordinarias protagonizadas por mujeres adolescentes. Juana Inés Dehesa tiene como sello una combinación entre humor de la mejor calidad, tono filoso y capacidad ilimitada para llegar a grandes profundidades haciéndolo parecer la cosa más fácil del mundo, por lo que ya imaginarán la divertida que uno se pega con la historia de Mariana, una diecisieteañera que debe replantearse la existencia cuando su desalmada abuela la “invita” a Italia. Ya luego se pueden seguir con Rebel Doll (2012), la secuela en la misma serie.

 

Juana Inés Dehesa, Pink doll, Ediciones B, México, 2011.

MARZO: La primavera del mars

El tercer mes del año ofrece un timing inmejorable para leer esta impresionante novela, ganadora del premio Gran Angular en 2014, que habla de las modas y las adicciones con una soltura e inteligencia impresionantes, demostrando de paso que no hay que ser moralino ni fatalista para abordar “temas tabú”. Así que háganse un sándwich, pónganse a todo volumen a Stravinsky o al Conjunto Primavera y dejen que sus sentidos se agudicen con la historia de Joaquín y compañía.

José Antonio Sánchez Cetina, La primavera del mars, SM, México, 2014.

ABRIL: Wonder

Raquel Jaramillo Palacio fue un día a comprar helados con sus hijos y se encontraron a una niña que tenía una severa deformidad en la cara; en cuanto la vio, su hijo más pequeño comenzó a llorar, ella se levantó abruptamente para salir del lugar y alcanzó a escuchar a la mamá de aquella niña decir que lo mejor era irse. Esa misma noche, Palacio comenzó a escribir Wonder, cuyo protagonista es August, un niño “deforme” que comienza a ir al colegio tras años de ser educado en casa. La novela se cuenta desde múltiples perspectivas de personajes jóvenes y es una obra maestra. Punto. Léanla con pañuelos desechables a la mano.

J. Palacio, Wonder: la lección de August (traducción de Diego de los Santos Domingo), Nube de tinta, México, 2016.

MAYO: El globo y Familias familiares

El mes de las mamás es la oportunidad perfecta para leer estas dos joyitas en las que se da la vuelta al concepto de familia y se muestra justamente todo lo que puede salir mal en estas relaciones que no por consanguíneas son menos problemáticas. Es realmente muy liberador encontrarnos con la historia de una niña que no soporta a su mamá (¡sacrilegio!) y la de una familia que no da una (¡escándalo!), porque la ficción también es para reflexionar sobre la obsesión con ser ideales o perfectos, y para desmontar algunos que otros estereotipos.

Isol, El globo, FCE, México, 2002.

Vivian Mansour, Familias familiares, FCE, México, 1999.

JUNIO: Mina

Justo a la mitad del año, necesitamos un eje para el doblez perfecto. Ese eje es Mina. ¿Ven cuando se dice que los personajes cobran vida?, pues es el caso de esta niña fascinante que reinventa el lenguaje, los secretos y las formas de conectarse con el mundo, en una narración que nos va presentando, a manera de diario, los más íntimos pensamientos de su protagonista. Además, las ilustraciones de Luis Safa en la edición castellana parecen unidas por destino al ya clásico texto de Almond.

David Almond, Mina (traducción de Luis Esteban Pérez Villanueva), Castillo, México, 2014.

JULIO: Baby-sitter blues

Para los niños y adolescentes dedicados a la escuela, el verano puede ser una tortura o una oportunidad. Emiliano, el protagonista de esta novela, decide tomarlo como lo segundo y se embarca en la aventura de buscar trabajo de niñero, sin saber que la experiencia de entender y cuidar a otros le va a cambiar la vida por completo. Como el libro se va en un suspiro, se pueden seguir con Simple (Castillo, 2013), de la misma autora, que ya se ha reseñado en este mismo espacio.

Marie Aude Murail, Baby-sitter blues (traducción de Rafael Segovia Albán), FCE, México, 1999.

AGOSTO: Bichos raros

Esta es otra novela sobre verano adolescente, pero con un giro oscuro que parece ser el área experta de Deborah Ellis, narradora canadiense cuyo compromiso con las historias para niños y jóvenes raya casi en el heroísmo. Aquí se presenta la historia de dos amigas cuyo vínculo se pone a prueba durante cierto campamento de verano, ni más ni menos que por la acusación de asesinato que se carga sobre una de ellas. La manera de contar de Ellis juega todo el tiempo con los puntos de vista y el resultado es, simplemente, monumental.

Deborah Ellis, Bichos raros (traducción de Juan Elías Tovar Cross), Castillo, México, 2013.

SEPTIEMBRE: Frecuencia Júpiter

¿A cuántos pequeños apocalipsis nos hemos enfrentado a lo largo de nuestra vida? ¿Cuántos más podremos soportar? ¿Cómo se sale del fin del mundo? Esta clase de preguntas nos hacemos los lectores desde el inicio de Frecuencia Júpiter, un libro brillante que nos presenta sin concesiones la historia de Emilia: Emilia que está en coma, Emilia que recuerda, Emilia que teme, Emilia que debe enfrentar sus miedos, Emilia que resiste, Emilia que quizá hemos sido todos nosotros. Ya de aquí se pueden seguir con cualquier otro texto de Riva Palacio Obón, que hace magia cada vez que escribe.

Martha Riva Palacio Obón, Frecuencia Júpiter, SM, México, 2013.

OCTUBRE: Los osos hibernan soñando que son lagartijas

Este libro es un road trip precioso en el que Santiago y Eric nos van guiando la emoción hacia pensar los lazos que hacemos con los demás, las herencias que recibimos y la manera en que vemos lo que está a nuestro alrededor. Juan Carlos Quezadas nos hace subir a esta motocicleta casi mítica, casi fundacional, y nos regala una hermosa historia, hermosamente resuelta, de las que hacen sentir que hay manera de seguir mientras haya con quién.

Juan Carlos Quezadas, Los osos hibernan soñando que son lagartijas, FCE, México, 2015.

NOVIEMBRE: Dead doll

Mónica B. Brozon tuvo a su cargo el tercer libro de la colección de dolls de Ediciones B y en él nos cuenta la divertidísima (y un poco espeluznante) historia de Daniela, una adolescente que tras un accidente fatal sufre un cambio de cuerpo que la confronta con su clasismo y su frivolidad. Daniela tiene que convivir con su propia muerte y no es una metáfora: la muerte es un personaje, se encarna en un hámster y se llama Chabela. No puedo decir más, sólo que el mes dedicado a los muertos es ideal para devorarse esta historia deliciosa y aguda.

Mónica B. Brozon, Dead doll, Ediciones B, México, 2012.

DICIEMBRE: Aristóteles y Dante descubren los secretos del universo

De esta novela ya he hablado en este mismo espacio y me sigue pareciendo una traición a las posibles lecturas dar spoilers de su trama. Pero por unanimidad del jurado seleccionador se consideró que no hay manera más envidiable de terminar un año lector que con la historia de Aristóteles Mendoza y Dante Quintana, quienes van descubriéndose como universos y nos van moviendo las estructuras de una forma inesperada, pero sobre todo inolvidable.

Benjamín Alire Sáenz, Aristóteles y Dante descubren los secretos del universo (traducción de Sonia Verjovsky Paul), Planeta, México, 2015.

Hasta aquí la lista, que puede editarse, ampliarse y discutirse. Lo importante es que tenemos LIJ, y ésa es promesa suficiente para seguir explorando, proponiendo y resistiendo. ¡Feliz 2018!

***

Alejandra Eme Vázquez es profesora y ensayista. Estudió en la UNAM la maestría en Letras Latinoamericanas.

 Twitter: @alejandraemeuve

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Comentarios

Comenta con tu cuenta de Facebook