Ya llegaron los ganadores del World Press Photo 2014 a México

Como ya es tradición, el Museo Franz Mayer albergará a los seleccionados al World Press Photo de este año. 130 fotografías, 53 fotógrafos de 25 nacionalidades, entre ellos, un orgulloso mexicano, así que aquí les hablaremos de por qué no pueden perderse esta increíble exposición fotográfica.

Primero que nada ¿que es World Press Photo?

World Press Photo es una organización independiente y sin ánimos de lucro cuya sede está en Amsterdam, país en donde fue fundada en 1955.

¿Qué hace la Word Press Photo?

La organización se dedica a apoyar y desarrollar los más altos estándares en el fotoperiodismo y fotografía documental en todo el mundo; su intención es generar interés en el público mundial alrededor de los trabajos de los mejores fotógrafos con el ánimo del libre intercambio de información.

¿Cómo lo logran?

Cada año, la World Press Photo desarrolla actividades como exhibiciones y, desde luego, su concurso anual, que estimula la producción fotoperiodística a través de programas educativos, al mismo tiempo que genera visibilidad de la fotografía de prensa con la ayuda de una gran variedad de publicaciones.

¿Qué veremos en la exposición?

Pues cada año, esta organización realiza un concurso en donde se seleccionan a tres ganadores de las siguientes categorías: Personajes de actualidad; Noticias de actualidad; Temas de actualidad; Retratos; Temas contemporáneos; Vida cotidiana; Artes y entretenimiento; Naturaleza y Deportes.

Así, los ganadores son premiados y sus trabajos viajan por todo el mundo, claro, nosotros podremos verlos a partir del 29 de agosto.

La exposición se puede recorrer de dos maneras, pues está instalada en dos pisos. Abajo podemos ver fotografías de Siria, de los asesinados en Saltillo, de la fábrica que se colapsó en Bangladesh, la matanza en el centro comercial de Kenya o las víctimas del tifón Haiyan. La fotos son definitivamente espeluznantes en el mejor sentido de la palabra.

La lente no puede mentir, no puede esconder la muerte, la sangre, las lágrimas mezcladas con tierra y sudor: las caras de dolor han quedado ahí retratadas para siempre, se han convertido en el inmóvil testigo del paso de la violencia por nuestras sociedades. Sin embargo, ahí, en medio del caos, de la tristeza y la destrucción, una sonrisa se esconde en el segundo plano, ahí en el funeral hay cantos, en medio de la selva en llamas, la gente cocina, alrededor del edificio caído está la comunidad tomada de las manos, y los brazos se extienden, se tocan, enredados entre el humo, demostrando que la vida siempre triunfa pues la lente de estos fotógrafos tampoco ha podido esconder eso, la risa, el canto, los abrazos, lo que queda luego de que todo es arrasado.

Laurence Katewes, comisionado de World Press Photo y curador de la exposición, nos dijo en entrevista con sopitas.com que el trabajo del jurado es monumental: a veces las fotos de las catástrofes reciben mucha atención, está Siria, y está Bangladesh, está el problema del narco en México pero también hay muchas fotos sobre la naturaleza y los deportes, de la gente viviendo su vida. “Tratamos de inspirar a la gente con esta mezcla“.

La tensión entre vida y muerte es muy fuerte en la parte baja de la exposición. Luego, en la parte superior, en donde vemos los premios de naturaleza y deportes, la historia es diferente pero complementa la otra cara de la exposición.

Ahí también vemos dolor, el de la atleta con cáncer por seguir adelante, el humor al que alguien acudió para superar que su cuerpo ha sido deformado por la guerra. Están aquellos que le han ganado a la dinámica de la guerra huyendo a tierras vírgenes, está la vida de todos los días, el diario luchar por algo y con algo, otra vez, la vida triunfando sobre todo lo que la amenaza.

El espectador puede ser asaltado por mucho dolor, por la desesperanza pero pareciera que la muestra está curada precisamente para enseñar que la más grande lección de la muerte es que se alimenta de la vida desbordada.

Una charla con Christopher Vanegas.

Christohper Vanegas vive en Saltillo, Coahuila, tiene 27 años y es fotoperiodista del periódico la Vanguardia. Una de sus fotografías de dos cuerpos que cuelgan de un puente y tres más en el suelo le consiguió el tercer premio en la categoría de “Temas Contemporáneos“ del concurso. 98, 671 imágenes entraron a la competencia.

Christopher no es muy alto, carga su cámara del lado izquierdo y es muy amable para responder las preguntas a pesar de que ha tenido que hablar con muchos medios. Me pregunta si le grabaré con cámara o con micrófono y cuando contesto lo segundo me invita a dar un paseo.

Le pregunto, para romper el hielo, si algo ha cambiado en la forma de ver su trabajo luego del premio y de la atención que está recibiendo, él me dice que siempre ha querido hacer las cosas bien. “Mi papá una vez me dijo que no importa a lo que me dedicara, que me encargara de ser el mejor. En dos semanas voy a salir a sacar las fotografías como hace seis meses, con la misma entrega y la misma pasión. Me gusta la fotografía, desafortunadamente, un poco grotesca -esboza una sonrisa- pero considero que es importante. Si puedo aprender más, excelente, no tengo un pedestal, hay muchos fotógrafo excelentes, ya no en México, sino en Saltillo simplemente. Sé que tengo que esforzarme más para lograr reconocimientos de este tipo. No hay premios chicos“.

Me dice que le ha robado unas palabras a Pedro Valtierra en una conferencia: “Hay páginas en blanco que llenar, es decir las páginas de un periódico siempre van a estar en blanco y siempre va a haber noticias, uno no se puede dar el lujo de decir, ah, ya gané un premio ya tomo lo que quiera cuando quiera. No, uno tiene que seguir informando las cosas que están pasando“.

Christopher posando para los fotógrafos con su cámara

Muy pocos se lanzarían a la valiente tarea de ver a la muerte todos los días y el esfuerzo de Christopher es doblemente valioso toda vez que es un testimonio de lo que estamos viviendo. Los jóvenes fotógrafos (y sobre todo los periodistas) reciben cada vez menos estímulos para llevar a cabo su trabajo y muy pocos se lanzan al mundo del fotoperiodismo en este país, así que le preguntamos a Christopher qué le hubiera gustado que le aconsejaran cuando empezó a trabajar y que pueda servir de consejo a los jóvenes fotoperiodistas; él nos dijo que “todos los hechos son noticias, siempre habrá alguien interesado en lo que pasa. A la gente le interesa más un muerto que ocurrió en su colonia que los muertos de Siria, pero esa gente se tiene que informar, entonces, si a mí me hubieran dado un consejo es que no me detuviera, que siguiera adelante pese a las críticas, pese a los riesgos, que le echara ganas para ser el mejor.

“Creo que un fotoperiodista o un reportero, lo más valioso que tenemos, es nuestro nombre, es nuestra única pertenencia. Así que debes luchar porque ese nombre trascienda. El consejo que puedo dar para los jóvenes es que no se detengan, que le echen muchas ganas pero que estén conscientes de que es una profesión de riesgo, no es de las mejores pagadas pero debemos hacerlo“.

Tuve la oportunidad también de platicar con Christopher de la nota roja y sus fotografías. Este género periodístico tan denostado pero que sin embargo tiene un poder comunicativo fascinante. Al fin, estamos hablando de piezas que denuncian, confrontan y son muy crudas, tal vez sea por ello que a la gente le cuesta trabajo aceptarlas dentro del canon periodístico. ¿Puede lo bello tratar a la muerte con tanta confianza?

Christopher tiene mucha experiencia en el tema y me ha dicho que “todo se trata de documentar la historia, no siempre se va a poder hacer algo estético pero hay que buscar la manera de que la imagen esté cuidada. Yo no salgo diciendo, hoy voy a hacer arte, más bien salgo solo a hacer mi trabajo y documentar lo que pasó, no solo acerca de la delincuencia sino de hechos o accidentes en donde desafortunadamente has decesos.

“Eso es lo importante de la nota roja, creas consciencia, aunque mucha gente tiene miedo, se da la vuelta y se va. Lejos de la estética, lejos de lo bello pues es noticia, la noticia se tiene que dar a conocer. Nuestro deber es informar“.