Cuando escuchamos “cultura japonesa”, solemos pensar en conceptos como la disciplina, el orden, el respeto, o bien, cualidades relacionadas a la ciencia, la tecnología, la historia... Y no es que esté erróneo, pero muchas de esas ideas vienen de un imaginario que no siempre es tan acertado y que tiende a incluir ideas racistas (no se espanten).

Entonces, por acá les contamos de algunos mitos que han surgido de la cultura japonesa que desde luego no son realidad –y les va a sorprender lo que realmente sucede– y algunas realidades que tienen un trasfondo bastante interesante y complejo.

L@s niñ@s van sol@s a la escuela

Hay muchas cosas impensables en nuestro país. Y una de esas es que una niña, niño o niñe vaya camino a la escuela, utilizando el transporte público, sin la compañía de un adulto. Es cierto que much@s de esos niñ@s lo hacen a partir de distintas circunstancias de vulnerabilidad, pero lo ideal es que siempre estén acompañados de un adulto para que les proteja. 

En Japón, las cosas son muy distintas. En Tokio, una urbe con casi 40 millones de personas, l@s niñ@s recorren el camino hacia su escuela sol@s, sin la presencia de adultos y tomando el transporte público en recorridos que puedan durar hasta una hora. Y podríamos pensar que es@s niñ@s ya no son tan pequeñ@s… pero sí. Los japoneses empiezan a ir sol@s a la escuela desde los 5 o 6 años. 

Hay un programa en Japón, Hajimete no Otsukai, que se ha televisado por más de 20 años que consiste en grabar en secreto a distint@s niñ@s de una familia cuando son enviad@s a cumplir con algunas tareas para el hogar por primera vez. Así, ves en la tv a una niña de 3 años con su hermanito de 5, comprando alimentos para preparar la cena o haciendo distintas tareas.

El “provecho” de l@s japoneses

Cuando alguien llega a un restaurante en México, escuchas de manera uniforme un respetuoso “provecho”. Cuando te vas de ese mismo restaurante, es tu deber decir “provecho”. Algun@s extranjeros en nuestro país no entienden (y encuentran fastidioso) que las personas constantemente se estén diciendo “provecho” como parte de un ritual innecesario que te obliga a responder incluso si te acabas de empacar un bocado: masticas rápido, te apenas, te limpias la boca, tragas, y dices “Gracias”. 

Sólo l@s japoneses podrían entender la importancia de una palabra antes de comer en el lugar que sea. Pues ellos, antes de beber y comer, como una tradición que no se puede romper, dicen itadakimasu. Esta palabra significa, en el sentido más literal, “recibo estos alimentos”, y es una manera de agradecer a la persona que haya preparado los alimentos: itadakimasu

Restaurante en Japón
Restaurante/bar en Japón / Foto: Getty Images

No tienen un ejército

En 1945 se establecieron los términos de la rendición de Japón en la Segunda Guerra Mundial. El país estaba devastado y había perdido a más de dos millones de sus ciudadanos, por lo que aceptaron un acuerdo para establecer la paz que culminó, dos años después, con la redacción de una nueva Constitución en manos del general estadounidense Douglas MacArthur. 

Esta Constitución pretendía, con un primer objetivo, establecer reformas democráticas y reducir la expansión militar que Japón tenía en el continente asiático en países como China, Filipinas, Indonesia, Singapur, y muchos países más. ¿Cómo consiguieron que los japoneses aceptaran los términos? Sin sonar muy agresivos, “retuvieron” al emperador y comenzaron a establecer los puntos.

Ejército japonés
Ejército japonés en la Segunda Guerra Mundial / Foto: Getty Images

El resultado, en términos de la milicia, quedó en que Japón no puede utilizar sus cuerpos militares para entrarle al quite en conflictos internacionales, sólo para defender su soberanía en caso de, por ejemplo, una invasión. Su ejército recibe el nombre, en inglés, de Self-Defence Force, y se define, en términos internacionales, para mantener la paz y el orden mundial.

En los último años, a partir de sus limitaciones incluso en armamento, las autoridades japonesas han peleado por aumentar el poderío de su ejército a partir del crecimiento militar de China, las constantes amenazas de Corea del Norte y la presencia militar de Rusia en Asia Oriental.

"Ejército" japonés
Japan Self-Defence Force (JSDF) / Foto: Getty Images

No, no puedes eructar

Los eructos suelen dar asco a muchas personas. No sólo porque los sonidos suelen ser fuertes, sino porque emiten un olor que representa la combinación de tu alimento más reciente con algunos otros. En pocas palabras, en México al menos, es de muy mala educación eructar en público. Y si lo haces por un error del destino, lo que sigue es pedir una disculpa porque no es bien visto. 

Y Japón no es distinto en este aspecto a como se suele pensar. Hay muchos mitos alrededor de que eructar es una manera de decirle al cocinero o chef que su comida estuvo deliciosa o que la disfrutaste. Sin embargo, no es así. Si vas a Japón, no eructes, pues también se considera algo grosero y una falta de respeto para los comensales y demás personas.

Entonces, ¿por qué dicen que es válido eructar? La respuesta es la mera ignorancia y hasta cierto punto racismo: los confunden con China. En China, no es mal visto eructar y representa, como se pensaba, una forma de decirle a quien preparó los alimentos que estuvo delicioso. Ahora, ¿sucede lo mismo con sorber? 

Restaurante en Japón
Restaurante en Japón / Foto: Getty Images

La fijación por los retretes

En Japón han construido los retretes más increíbles en la historia de la humanidad que nos ayudan a hacer nuestras necesidades de una manera más cómoda. Pero su fijación por los retretes no sólo apuntan a sus diseños, actualizaciones u otras cosas, sino a que representan algo más al grado de que existe un museo exclusivo para estos artefactos. 

Hay un museo valuado en 60 millones de dólares que exhibe cientos y miles de retretes en todas sus formas, tamaños, colores y funciones. También existen apps que les indican a los ciudadanos dónde está el baño más cercano y cuáles son las cualidades que ofrece para que la experiencia sea placentera y personalizada.

Reconocen que una buena calidad de vida está directamente relacionada con nuestra experiencia al ir al baño, por lo que las autoridades siempre dan incentivos para impulsar a la creación de retretes que mejoren nuestras formas de ir al baño, sobre todo para las mujeres (para quienes, aseguran, no es tan cómodo ni higiénico ir a un baño público).

Baño público en Japón
Baño público en Japón / Foto: Getty Images

Sorber… sí

Vamos entendiendo las reglas. En Japón no es bien visto eructar ni sonarse la nariz en la mesa. Si tienes deseos de sonarte, puedes ir al baño y mantenerlo lo más privado posible. No es tan diferente a lo que sucede en México, ¿cierto? Pues ahora les contaremos de algo que sí puedes hacer en Japón pero acá no: sorber.

Si estás en un restaurante en Japón (AQUÍ los mejores japoneses en la CDMX), lo que debes hacer es acercarte el bowl con la comida a tu rostro con las manos, y en realidad, no se usa cuchara para degustar las sopas, por ejemplo. Entonces, la acción natural al jalar los fideos es sorber, lo cual está permitido en Japón. Eso no quiere decir que puedas sorber como monstruo y hacer un ruido tremendo. Eso sigue siendo grosero.

Lo que sí puedes hacer es sorber de una manera discreta, y de paso (si no nos creen inténtenlo), enfrían los fideos y el mismo caldo. No hay ciencia en esto, sólo un truco que si te pones a pensar, aplicas en la intimidad de tu casa cuando no te aguantas las ganas de entrarle a tu sopa por más caliente que esté.

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