Guillermo del Toro anda on fire desde que se estrenó su última película The Shape of Water. No sólo ha sido nominada (incluido él) a un montón de premios en distintos festivales y ceremonias del mundo, sino también ha sido bien recibida por la crítica y la audiencia en general. Y al final, eso es lo que cuenta.
Ahora, para sumarle una estrellita a su boleta, del Toro ha sido nombrado presidente del Jurado en el Festival de Cine de Venecia 2018 (para los italoparlantes la Mostra Internacional de Cine de Venecia) que se celebrará del 29 de agosto al 8 de septiembre.
Este festival no es nuevo para el director mexicano. En 1997 llevó su filme Mimic para que se proyectara en una de las secciones de Venecia llamada Mezzanotte. En 2006 fue parte del jurado; y el año pasado tuvo que asistir para recibir el León de Oro por The Shape of Water, convirtiéndose así en el primer mexicano en ganar este premio.
En esta edición número 75, del Toro se presentará como una de las máximas figuras del cine: “Ser presidente del festival de Venecia es un gran honor y responsabilidad que acepto con mucho respeto y gratitud. Venecia es una ventana al mundo del cine, así como una oportunidad para celebrar su poder y relevancia cultural”.
El Golden Lion del año pasado y el nombramiento como líder de esta edición se suman a una enorme lista de premios y nominaciones que incluye algunos Golden Globes, Critics Choice Awards, BAFTA y 13 nominaciones, con muchas probabilidades de llevarse varias, a los premios Oscar.
Este nombramiento hace que del Toro, junto a Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu, los tres directores mexicanos más reconocidos en el mundo, sean un orgullo para el cine; sin embargo, y sin demeritar su enorme éxito, la realidad es que nos gustaría que no sólo fueran tres, sino muchos más, los que proyecten el verdadero talento cinematográfico del país.