El internet es tierra de nadie, es un territorio de guerra y paz en el que, al final, siempre gana la primera con un escudo de anonimato que permite a millones de usuarios llevar al límite cuestiones que en la realidad, la que no es virtual, serían impensables. Actualmente, acercarse a alguien –por ejemplo- con un interés amoroso, lo hace primero detrás de una pantalla: es más fácil, no está de por medio la vergüenza, el rechazo directo ni el valor.
Sin embargo, esto no se aplica solamente a cuestiones de romance donde pocos casos de éxito encuentran al amor de su vida online, sino también al acoso sexual y las violaciones de la privacidad que muchas personas, especialmente las mujeres, sufren todos los días. De eso trata el documental NETIZENS de la directora Cynthia Lowen.
Esta cinta sigue la vida de tres mujeres víctimas de acoso a través de internet y su lucha por encontrar nuevamente el control de su vida. Lowen también analiza cómo el acoso en línea, –no necesariamente sexual– en esta sociedad, es “tolerado, aceptado y justificado”. Con este tema llega una cuestión que ha superado a los gobiernos: ¿cómo defender los derechos en una era digital?, ¿es posible regular las actividades en internet?, ¿hasta dónde llega la libertad de los usuarios?
De acuerdo con Little White Lies, en una de las escenas del documental, un hombre pregunta por qué la víctima simplemente no ignora el acoso… sin embargo, el hecho de que no veas al acosador, no significa que no esté ahí y el miedo es el mismo, sobre todo cuando la información de las personas y sus actividades son publicadas, a veces, de forma consciente.
Las instituciones, como establece Lowen en el tráiler del documental, deben hacer más por proteger a los usuarios, sobre todo en las diversas redes sociales donde se presta más para el acoso y el bullying. En NETIZENS, las protagonistas están acompañada de activistas, abogados especializados y todos los personajes que actualmente luchan por hacer que el acoso sexual en línea sea visto como un problema que ha superado el espacio digital.
El documental tuvo su premiere en el Festival de Cine Tribeca como parte de las proyecciones especiales.