Antes de comenzar a escribir este texto, llegó la notificación a mi celular de que encontraron 19 cuerpos en tres fosas clandestinas en Lagos de Moreno, región ubicada en los Altos Norte de Jalisco. No es de sorprenderse pero sí de indignarse, y para nosotros, los mexicanos, ya no hay diferencia entre una y otra. Los desaparecidos y muertos se cuentan por cientos de miles y no hay novedad en un “hallazgo” como este, tampoco en la impunidad, corrupción, falta de justicia ni en el olvido. De todos estos, sin demeritar la importancia de alguno, el más trascendente es el olvido, que viene íntimamente relacionado con el perdón.

El mexicano perdona, pero a diferencia de muchas sociedades, también olvida. Y esta es la razón por la cual las fosas, los desaparecidos y los muertos forman parte de nuestro imaginario diario, de la realidad cotidiana. Nos lo decimos hasta el cansancio: México está cimentado en violencia, muerte y desesperación. Pero también debemos considerar nuestra culpa, y si México se ha construido en eso, también lo ha hecho en el silencio. Sin embargo, antes de afirmar que nuestra nación atraviesa un proceso así en la actualidad, es justo decir que el patrón se ha repetido en gran parte de Latinoamérica y el mundo. Basta voltear al pasado de Chile y Pinochet, de Guatemala con Efraín Ríos Montt, la famosa “dictadura perfecta” de México de 70 años o el franquismo de España, para descubrir que no son casos aislados o actuales, sino cuestiones que se adhieren a la historia de la humanidad.

‘El silencio de otros’, documental sobre el franquismo y el México actual
Uno de los pocos monumentos en España en honor a las víctimas de la dictadura de Franco.

México y España comparten algo más que la colonización y consecuente evangelización de la población indígena. En realidad, tienen más historia en común de lo que imaginamos y en distintos periodos de tiempo. Como mencionamos en un principio, México se define actualmente por sus desaparecidos, mientras España por un pasado histórico de crímenes de Estado que permanece intacto. Durante la dictadura de poco menos de 40 años de Francisco Franco en el siglo XX, desaparecieron y fueron asesinadas más de 100 personas bajo la excusa de una lucha contra el comunismo que de forma incomprensible fue abrazada por el mundo, y por naciones poderosas –sí, Estados Unidos–, que decidieron ver en el discurso de Franco un interés político. En algún momento no importó que Franco fuera fascista como Hitler, tampoco se analizó el miedo de la sociedad española ante la negación de sus libertades más básicas. El comunismo, y no el odio llevado a la acción, era el estandarte de la oposición a una aparente democracia que hoy se repite con Donald Trump en la presidencia de la “nación más poderosa del mundo” y la llegada –muy probable– de un personaje político y militar como Jair Bolsonaro a Brasil.

Toda esta historia conforma el documental español titulado El silencio de otros de Almudena Carracedo y Robert Bahar. Este filme presenta la lucha de las víctimas del franquismo por obtener justicia a casi 40 años de los crímenes de Estado que hoy parecen más vivos que nunca. Parte de la Ley de Amnistía aprobada en 1977 que básicamente perdonaba a toda la sociedad española después de la muerte de Franco en 1975; es decir, forzó a los españoles a olvidar la barbarie y perdonó a todos aquellos que participaron en la dictadura. Esto ha evitado a los familiares de la víctimas exigir justicia, saber dónde están sus padres, quiénes los torturaron y cuántos bebés, antes y después de la dictadura, desaparecieron. Pero también, y parece peor, ha evitado que las nuevas generaciones sepan la verdad de su pasado para que este no se repita.

‘El silencio de otros’, documental sobre el franquismo y el México actual
El padre de esa señora fue asesinado y enterrado en una fosa común durante el franquismo. Es una de las “protagonistas” del filme.

El silencio de otros es un trabajo personal y colectivo que no sólo atiende una necesidad de la sociedad española, sino de varias comunidades en el mundo que se han enfrentado a la imposición y la percepción de la violencia como una forma de libertad. Este filme documental, con una sólida investigación, fotografía y musicalización, invita a las audiencias a una reflexión individual y grupal de las circunstancias actuales. Una anciana que aparece al principio del filme narrando la desaparición, humillación pública y asesinato de su madre, dice con una voz ronca que la vida es injusta, pero sólo le toma un momento para rectificar: “No la vida… los humanos, somos injustos”.

El silencio de otros, el cual se proyectó durante el Festival Internacional de Cine de Morelia 2018, llega en un momento exacto, en un periodo de transición en el que descubrimos que el trabajo no termina con una boleta electoral, sino continúa con todos aquellos que levantan la voz como alguna vez lo hizo Salvador Allende, Víctor Jara o Belisario Domínguez, este último a pesar del miedo y la certeza de que moriría en manos del autoritarismo de Victoriano Huerta en 1913 y que, desafortunadamente, no tendría un efecto de valor en la sociedad mexicana. La búsqueda de justicia en España aún no termina y el proceso es lento a pesar de la denuncia internacional que encontró una base en Buenos Aires, Argentina, con la jueza María Servini, y su lucha por darle a los españoles su propia verdad.

El silencio de otros también formará parte de la Gira Documental de Ambulante para 2019.

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En 2017 entré a Sopitas.com donde soy Coordinadora de SopitasFM. Escribo de música y me toca ir a conciertos y festivales. Pero lo que más me gusta es hablar y recomendar series y películas de todos...

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