¿Han sentido esa extraña presión que llega cuando eres el único soltero del grupo, como si todo el mundo se pusiera de acuerdo para decirte que tienes que encontrar el amor? Bueno, si eres de esos tienes que ir a ver Perhaps, perhaps, quizás, una obra de teatro que te hará ver la soledad con ojos de tragedia y esperanza.
Perhaps, perhaps, quizás, es una obra que mucha gente ya conoce, una de las más interesantes propuestas que pudimos ver este año. El espectáculo clown llevado a cabo por Gabriela Muñoz, es un testimonio tan desgarrador como cómico de esa cosa, cada vez más ajena a nosotros, que llamamos matrimonio (¿alguien se acuerda de él?).
¿Quién se quiere casar? Tener una ceremonia, cortar un pastel, darle instrucciones a la dama de honor. Hubo una época en donde las personas tenían una fecha de caducidad como solteros y tenían que sucumbir a la presión social. La ansiedad que la soltería nos provoca de vez en cuando está perfectamente interpretada por un personaje entrañable: Greta Merengue.
Greta Merengue se prepara para su boda, ya casi todo está listo, excepto que el novio es una almohada, así que Greta se dispone a buscar un marido entre la audiencia, un hombre que tal vez cumpla con su fantasía.
No se confundan, esta no es triste, de hecho, es en realidad un ejercicio cómico, tal vez la mejor forma de asumir los más oscuros abismos que enfrentamos a diario.
El espectáculo silente tiene la ventaja de nunca repetirse. Greta encuentra un nuevo prometido cada vez, y desde luego, el festejo nunca es el mismo.
Perhaps, perhaps, quizás, es una de esas piezas que nos enfrenta a lo más crudo de la vida bajo el tamiz del humor; la interpretación de Gabriela Muñoz es definitivamente entrañable. Mantener una tensión tan perfecta entre melancolía y comicidad no se le da a cualquiera, afortunadamente, en esta obra uno ríe necesariamente pero el desenlace, bueno, eso depende del público.
Si bien, uno no puede evitar doblarse de la risa cuando Greta expresa de las maneras más sinceras la forma en que enfrentamos la soledad, también es cierto que la obra puede dejar con un amargo sabor de boca porque, al final, lo lamentable de la soltería es que puede llevarnos a escoger a cualquiera (¿la soltería o la presión social?), escogerlo desde la soledad que nos inculcan los demás, desde la impaciencia y la ansiedad, razón por la cual casi siempre terminamos decepcionados, otra vez, acompañados de una soledad que según los demás no deberíamos experimentar.
Lo más terrible de esta obra es que nos pone frente a frente con un vacío terrible, el vacío que es el resultado de buscarnos en alguien más, de buscar llenar las expectativas de lo que la felicidad debería ser para las convenciones sociales, pero eso, en realidad, casi nunca sale bien. Casi siempre terminamos con un dolor inexplicable y todo ese proceso se resume magistralmente en poco más de una hora en esta obra.
Hay que reconocer las narraciones que destruyen y alimentan al mismo tiempo, aquellas acciones de valentía que en realidad son un grito de ayuda. ¿Es tan malo buscar a la pareja perfecta? Probablemente sí, y lo triste es que, a pesar de todo, a pesar incluso de todas las señales que nos da la cotidianidad, seguimos buscándolo, seguimos escogiendo, siempre, un nuevo candidato.
Ver el show que Greta monta con tanta facilidad, con tanta melancolía improvisada es una experiencia que rompe y construye, es un golpe en la frente de nuestras expectativas.
Perhaps, perhaps, quizás, se ha presentado ya en esta ciudad, sin embargo, acaba de aterrizar en un ambiente mucho más íntimo, más terrible y más hermoso, en Mono.
Sí, Perhaps, perhaps, quizás, se presentará todos los miércoles y jueves hasta el 18 de diciembre en Mono, Versalles 64, Juárez, México, DF.