Ya ni siquiera en fichas… Así como otros objetos que deberían ser tesoros nacionales, el llamado Códice maya Peresiano se encuentra en Francia (específicamente en Paris), pero gracias a un acuerdo realizado por Patronato de las Unidades de Servicios Culturales y Turísticos (Cultur), volverá a su tierra natal, Yucatán… en formato digital, para su investigación.
La titular del Cultur, Dafne López Martínez, realizó la firma del convenio con la Biblioteca Nacional de Francia con el cual, imágenes de alta definición del Códice Maya de Paris serán enviadas a nuestro país para ser estudiadas y, así, desarrollar diversos trabajos de investigación.
“Habrá una nueva propuesta de difusión masiva con fines culturales y educativos, partiendo del interés por el tema, que aglutinará a un equipo de trabajo internacional”, destacó López Martínez, quien además señaló que en Yucatán se ubican los principales asentamientos de la civilización maya.
“Ohhh, decídanse: Códice Peresiano o Maya de Paris”, reclamarán muchos de ustedes, amables lectores. Bueno, cualquiera de los dos nombres está bien. El primero, nomás porque el escrito fue encontrado envuelto en un pliego de papel con la palabra “Pérez”. El segundo… pues de onda: porque se encuentra en la capital francesa.
Aunque el códice está bajo resguardo de los monsieurs desde 1832 (encontrado en malas condiciones), fue hasta 1859 que, gracias al investigador Leon de Rosny que éste se identificó como auténtico.
El hecho de que un objeto de raíces prehispánicas se encuentre en tierras ajenas no es novedad. De hecho, el Códice maya de Paris es el segundo en aparecer en Europa, el primero fue el Códice de Dresde, hallado en Alemania… bueno, viéndolo bien sí es justificado (dadas las invasiones europeas, con sus respectivos saqueos), pero no por eso deja de sentirse gacho: además de estos dos códices citados, en el mundo sólo hay otros dos pliegos identificados como manuscritos auténticos: el Tro-Cortesiano, ubicado en Madrid y el Grolier, ése sí localizado en México.
De acuerdo con La Jornada, el Códice Peresiano está conformado por 11 hojas de papel amátl en formato de acordeón, escritas en ambas caras. En él se da cuenta de “rituales religiosos, profecías, katunes (días) y los dioses asociados a éstos”. Además, presenta predicciones que serían la envidia de Nostradamus, así como descripciones de las ceremonias que se realizaban con motivo del año nuevo y, por si fuera poco, contiene un calendario zodiacal de 364 días.