Preparen los disfraces y manualidades, que es hora de decir: ¡Bienvenida, primavera! Después del frío estremecedor que nos hacía extrañar nuestra cama durante el día, el intenso color de las flores amarillas de los árboles ‘tabebuia donnell-smithii’, que inunda las calles del Occidente de la República Mexicana, anuncian que la temporada más calurosa del año está a la vuelta de la esquina.
Con una altura promedio de 30 metros de altura y frondosas copas que rayan en lo dorado, esta exótica especie mejor conocida como ‘árbol de primavera’, tiene mucho que ofrecer para darse a desear. Solo crece en nueve de las 32 entidades federativas del país. Su sombra se extiende por Nayarit, Michoacán, Colima y Jalisco, destellando con sus hojas a lo largo de sus principales avenidas
Aunque no es raro apreciar sus flores amarillas que crecen en racimo y forma de campana en estados como Oaxaca, Chiapas, Campeche, Tabasco y Quintana Roo. Como es de esperarse, el árbol de primavera es parte de los atractivos turísticos de la región, atrayendo a centenares de personas a pasar horas contemplándolos o bien, tratando de capturar la mejor fotografía, desde luego, para presumirla en el ‘face’.
Podrían reducir el calentamiento global
Para todos aquellos que quieran admirar su belleza en vivo y a todo color, agarren las maletas que este es el mejor momento. Pues alcanza su florecimiento máximo a principios de marzo y abril, de ahí que sea conocido popularmente como árbol de primavera. Aunque para algunos quizá sea más divertido esperar al otoño y saltar entre el mar de flores que se desprenden diariamente.
Lo mejor de todo es que este singular árbol, bien podría servir como herramienta para aminorar el calentamiento global. Y es que, aparte de que su tronco recto es utilizado para fabricar muebles finos, molduras en construcciones rurales así como cercas y leña. De acuerdo con un estudio, posee un nivel de polinización alto y un nivel de textura considerable que bien se puede utilizar para la reforestación, principalmente en bosques tropicales. Lo mejor, es de los pocos árboles que quedan que no se encuentra en riesgo ni bajo la SEMARNAT y ni bajo la UICN.
Y si a esto tomamos en cuenta que un estudio realizado por científicos de la Universidad de Leeds en Reino Unido, descubrieron que Sudamérica alberga la mayoría de los árboles que aun no han sido descubiertos ni clasificados por la ciencia, aun tenemos esperanza. Es decir, los investigadores revelaron que de cerca de nueve mil árboles ‘desconocidos’, casi la mitad se encuentra en esta región, donde se halla el 43% de todos los árboles que hay en la Tierra.
Si bien los singulares arboles de flores amarillas, pueden despertar la envidia de uno que otro amante de la naturaleza que no se conforma con la majestuosidad de las jacarandas, buganvilias y tabachines, lo cierto es que nos confirman la riqueza de nuestra diversidad y desde luego, que el calor durante la primavera del 2022, estará de a peso…en gran parte a la tala de 20 mil árboles que fueron derribados para nada en medio del proyecto del Tren Maya.
