En la Antártida no hay mucho que ver, los encantos de la fauna, son para los turistas, pero para las mil personas que habitan la región en invierno, ver nieve por todos lados, no debe ser muy divertido y menos en el trabajo. Un par de científicos que trabajan en la estación rusa Bellingshausen, en el ártico, solían distraerse leyendo decenas de libros al mes, pero todo cambió cuando uno de ellos comenzó de spoiler.
El pasado 9 de octubre de 2018, Oleg Beloguzov, de 52 años, y el ingeniero eléctrico, Sergey Savitsky, de 55, terminaron sus actividades con una rica cena que terminó en tragedia. Al calor de las copas, y entre charla y charla, Beloguzov comenzó a relatar cómo terminaban varios libros que Savitsky estaba leyendo.
Por supuesto, si a cualquiera le da coraje que le cuenten el final de una película, más el spoiler de un libro, pero el desquiciamiento que pueden provocar las temperaturas extremas y días en los que jamás de deja ver ni un rayo de sol, Savitsky perdió la cabeza. Fue a la cocina, tomó un cuchillo que lo usó como arma en contra de su compañero de trabajo.
Después de repetidas heridas, Beloguzov, el spoiler fue trasladado de emergencia a una instalación militar en el sur de Chile, y aún se encuentra hospitalizado. El ingeniero, no dudó en entregarse a las autoridades. Aunque todo parece indicar que el crimen no cobrará justicia, al menos en el hemisferio sur.
Las leyes del Ártico carecen de legislación ante el intento de asesinato, a pesar de que ha habido varios en su historia y de hecho, carecen de una cárcel efectiva. Beloguzov tiene que volver a Moscú donde será juzgado, mientras tanto, la responsabilidad de su custodia está a cargo de una iglesia ortodoxa. Así que ya saben, la próxima vez que le quieran spoilear es mejor morderse los labios.