La segunda temporada de ‘Narcos’ está disponible en Netflix a partir del primer minuto del 2 de septiembre. Es una temporada llena de intensidad con un listón bastante alto que superar, un listón impuesto por ella misma con su primera parte.

En 10 capítulos, la temporada 2 de ‘Narcos’ nos lleva por el tramo final de la vida de Pablo Escobar (Wagner Moura), uno de los más peligrosos y controvertidos personajes que han existido en el mundo del narcotráfico.

'Narcos' - Temporada 2 - Netflix.

Son pocos los que no conocen el desenlace real de la vida de Escobar, quien murió el 2 de diciembre de 1993 durante un operativo del Bloque de Búsqueda que lo acorraló apenas un día después de su cumpleaños 44.

En sus últimas horas (en la vida real), Escobar intentó huir. Sin éxito. Y aunque (también en la vida real) hay muchas teorías sobre cómo ocurrió su muerte, una vez que colgó los tenis el hombre dio paso a la leyenda, cuyo retrato vuelve en la segunda temporada de esta exitosa serie.

El hecho de que todos (o casi todos) conozcan el final de la historia de Escobar, no significa que la temporada 2 de ‘Narcos’ no ofrezca una representación interesante del trayecto hasta ese punto. El drama está a la orden del día. La tensión aumenta (de a poco en los primeros episodios), luego toma un ritmo ascendente y aunque hacia la mitad se siente un poco más lenta, el cierre vuelve a subir la apuesta.

La historia, por supuesto, coloca al público en un punto incómodo… a veces quien mire la serie se descubrirá apoyando a Escobar, esperando que logré escapar una vez más, echándole porras cuando más brutal se pone el asunto.

Aquí hay unos cuantos detalles sobre esta temporada en boca de dos de sus protagonistas: Wagner Moura (Escobar) y Pedro Pascal (quien interpreta a Javier Peña, uno de los tipos “del lado de la ley” que terminan enfrascados en una extraña simbiosis con el capo):

Para ser honestos, aunque el reparto secundario (que incluye a Cristina Umaña, Boyd Holbrook, Florencia Lozano, y los mexicanos Paulina Gaitán y Damián Alcázar) intenta robar un poco de atención, Moura ha conseguido dominar cada escena en la que aparece en ‘Narcos’. Y se le extraña siempre que la acción no recae en él.

Hay momentos en esta temporada que requieren de una visión más atenta que en la primera. A diferencia de su antecesora, cuya trama transcurre en un lapso de 15 años, la segunda parte de ‘Narcos’ es, en más de un sentido, claustrofóbica. Hay traiciones, alianzas, peleas por el poder, relaciones que se construyen y se transforman de repente, y todo ocurre rápidamente, en espacios (físicos y emocionales) muy contenidos.

Contenidos como la representación que Moura hace de Escobar, que en la serie se muestra impasible, frío y distante casi todo el tiempo. Casi nadie sabe (ni los otros personajes, ni la audiencia) si este Escobar está a punto de matar a alguien o de ofrecerle un jugoso negocio.

Porque este Escobar es un hombre desesperado, que se va quedando solo, tratando de mantener a flote un barco que hace agua por varios lados, que al final termina acorralado. Acorralado, sí, pero nunca servil ni dominado.

Es cierto, en la serie hay varios puntos dramatizados más allá de la realidad (y ocasionalmente deja de lado aquellas partes que parecían simular un documental en la primera temporada). Este Escobar lucha con los recursos que tiene a la mano hasta el último momento y eso es lo que hace que valga la pena disfrutar el trayecto, aunque el final sea de dominio público antes de empezar con el binge-watching.

'Narcos' - Temporada 2 - Netflix.

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