Si bien era muy conocido en Europa y en su natal Francia, Patrick Modiano saltó a la fama cuando fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura 2014.
Como suele ocurrir, este reconocimiento provocó que la obra de Modiano se distribuyera en gran parte del mundo, y México no fue la excepción. Así llegó a nuestras manos Para que no te pierdas en el barrio, la novela más reciente de Modiano, que fue publicada justo un mes antes de que su autor recibiera el Nobel.
Gran parte de la obra de Modiano gira alrededor de personajes muy peculiares que habitan en el París de la postguerra. Para que no te pierdas en el barrio sigue la misma línea, aunque en esta ocasión lo hace en una elegante novela de suspenso, llena de misterios velados que no se resuelven del todo, o que lo hacen de una forma muy sutil, poniendo así a trabajar la mente del lector que deberá estar atento hasta de los detalles más insignificantes.
Debemos ser honestos, Para que no te pierdas en el barrio puede resultar un tanto densa o compleja. A pesar de ser una novela corta (la edición que leímos tiene 149 páginas) y comenzar con un argumento en apariencia sencilla, la trama va enredándose de una manera prodigiosa.
La historia comienza cuando Jean Daragane, un escritor de edad avanzada, recibe una llamada en la que un tal Gilles Ottolini le dice haber encontrado la libreta telefónica que había perdido tiempo atrás en la estación de París-Lyon. Así, Ottolini acuerda verse con el escritor, y además le confiesa que por curiosidad revisó los nombres de la libreta y se topó con un tal Guy Torstel, sobre el que le gustaría saber más.
Daragane no recuerda quién es ese tal Guy Torstel ni por qué tiene su teléfono. Cuando acude a la cita para recoger su libreta, Ottolini, quien llega acompañado de la enigmática Chantal Grippay, comienza a interrogarlo nuevamente sobre Guy Torstel, quien por cierto, es mencionado en La negrura del verano, la primera novela que escribió Daragane varias décadas atrás.
¿Quién es Ottolini y qué papel tuvo en la vida de Daragane?
Esta pregunta hace que el protagonista comience a excavar en sus propios recuerdos, descubriendo así a personajes y circunstancias que fueron determinantes en su vida, y que continúan haciendo eco en su presente.
Cuando Daragane descubre que en su infancia su mamá lo dejó al cuidado de una de sus amigas en una extraña mansión en la que ocurrían cosas raras, la narración comienza a despegar en distintos planos temporales, que poco a poco van armando un rompecabezas inquietante, construido finamente por la mano prodigiosa de Modiano.
En cierta forma, Para que no te pierdas en el barrio es también un estudio sobre la importancia de rememorar los recuerdos extrayéndolos de su abandono en la memoria, para reconstruirlos a partir de la escritura.
Si la historia de esta novela no fuera suficiente aliciente para acercarse a ella, también vale la pena mencionar la exacta y bella reconstrucción que el autor hace del París de distintas épocas, y que dejará nostálgicos a quienes viven enamorados de la también llamada Ciudad Luz.
Insistimos, la lectura de Para que no te pierdas en el barrio puede resultar compleja, pero si se realiza adecuadamente el lector puede encontrar varias sorpresas entre líneas, que es donde finalmente se resuelve esta historia.
Para que no te pierdas en el barrio
Patrick Modiano
Anagrama
Por @gabrielrevelo