Tienes varias series animadas para adultos en tu catálogo. Algunas son más para adultos que otras, pero el común denominador es que todas estas son irreverentes y bastante reflexivas, además de grotescas en muchas partes visuales.
Bojack Horseman es la más “limpia” de esta categoría, pero es dura con el desarrollo de sus personajes y la forma en que aborda a un protagonista que navega entre el existencialismo (sí, es un humanismo), nihilismo y algo tan tangible como las adicciones y la depresión.
Pero entran otras al quite como Undone, Rick and Morty, Big Mouth, LOVE DEATH + ROBOTS sin olvidar las clásicas como Los Simpson, Space Ghost, Futurama, Bob’s Burgers, Archer y más. Y estamos casi seguros que en cada una, pensamos que no se había visto nada igual…
Pero nunca habrías estado tan seguro como con The Midnight Gospel, una nueva serie animada de Netflix de ocho episodios que te hará preguntarte todo el tiempo qué carajos estás viendo.
The Midnight Gospel es de Duncan Trussell y Pendleton Ward con la participación del comediante Joe Wong. Si algo te suena a Hora de aventura, estás en lo correcto. Ward es el creador de Finn y Jake, y esta nueva serie es un mash up (muy extraño) entre Hora de aventura y un podcast titulado The Duncan Trussell Family Hour.
The Midnight Gospel tiene como protagonista a un ser rosa llamado Clancy Gilroy. Él es creador de contenido, específicamente de un spacecast o podcast espacial.
Para tener materiales que presentar a su único seguidor, viaja a planetas y entrevista a alguno de sus habitantes. ¿Cómo lo hace? A través de una computadora que lo invita a distintas simulaciones percibidas en una especie de vagina/máquina.
Así, Clancy va a distintos planetas como Mercuritaville, donde se hacen orgías y hay muchos hippies. Para entrarle a estos lugares, su computadora crea avatares con cualidades físicas que se adaptan al lugar… o simplemente son distintas a su forma natural.
Lo que leyeron no le hace justicia a lo que realmente puedes ver, así como al valor de The Midnight Gospel en su totalidad. Y por eso, por acá les contamos por qué vale la pena echarle un ojo antes de que se vuelva tendencia (aunque nadie le entienda, realmente).
Es como “ver” un (buen) podcast
Hacer un podcast es lo de hoy. Si antes el chiste de entrarle a la fama era hacer videos cortos, ahora es hacer un podcast. Hay miles de contenidos de este tipo en las plataformas de streaming, pero pocos son los que realmente valen la pena.
Comediantes, influencers, periodistas y hasta investigadores, han decidido hacer un podcast que emula (en muchos casos) el intento por tener conversaciones naturales alrededor de un tema sin importar cuál se el objetivo del mismo: reír, informarnos, y hasta ahondar en un tema de interés.
Pero insistimos. Son pocos los buenos podcast que hay allá afuera. Y aquí es donde entra esta serie. En The Midnight Gospel, com mencionamos, el protagonista va a otros planetas y realiza entrevistas. Pero no en el formato conocido, sino desarrolla conversaciones interesantísimas que no tienen un hilo conductor.
O tal vez sí, sólo un par: la existencia del ser humano y el lugar que supuestamente ha de ocupar en este mundo. Clancy hace spacecast y desde el primer episodio te das una idea de que en la realidad, se trataría de un podcast de un personaje filosóficos desarrollando el tema de adicciones y experiencias oníricas al estilo de Aldous Huxley.
The Midnight Gospel está basado en el podcast real The Duncan Trussell Family Hour… pero también juega con otros formatos como Comedians in Cars Getting Coffee de Jerry Seinfeld pero con la oportunidad no sólo de hablar temas, sino de visualizarlos en forma de metáforas.
Los temas que se abordan
Si The Midnight Gospel es como una versión animada de un podcast de conversaciones largas y sin pausas sobre un tema “profundo”. No les vamos a dar spoilers, pero se deben preparar para temas como la muerte, la meditación, la legalización de las drogas, perdón, resentimiento, conciencia plena, amor.
Pero antes de que piensen que es una serie animada de lecciones, han de saber que es todo lo contrario. Clancy entrevista a un personaje peculiar de ese mundo que visita, y con base en una acción, comienzan a desarrollar una plática.
Así cuando un personaje “lo perdona” por algo, hablan de perdón, redención y el sentido de comunidad que se crea a partir de perdonar a alguien con el apoyo. “No lo puedes hacer solo, Clancy“. Y lo interesante es el fondo, lo que pasa detrás.
“No sabemos cuándo vamos a morir, pero lo que sí es seguro es que vamos a morir“, dice un personaje. Y luego reflexiona sobre en cómo esta idea, cuando se entiende, nos lleva a aprovechar mejor el tiempo y a perdonar…
La animación
La panza del “perro” de Clancy es un universo psicodélico al estilo de 2001: A Space Odyssey. No tiene principio y no tiene fin. La casa de Clancy es un espacio juvenil de alguien que apenas puede mantenerse solo o fuera de su hogar. Y es rosa.
Clancy Gilroy es rosa y sus extremidades son redondas. Clancy y la mayoría de sus invitados al spacecast tienen forma humana, pero no lo son. Y Clancy viaja a mundos que no son paralelos a la Tierra (y cuando sale la Tierra en la serie, está en medio de un apocalipsis zombie).
Pendleton Ward, quien tiene bajo su manga Adventure Time, trabajó en esta serie junto a un comediante. Y es imposible no ver las similitudes en animación a su predecesora… de hecho, nos atrevemos a decir que es un Hora de aventura para adultos, y no para cualquiera.
La animación se ve torpe, pero la narrativa de la serie no podía permitir un trabajo más sofisticado. La carga de los temas es muy pesada, pero se complementa con el sinsentido que hay detrás de cada pregunta y cada respuesta. Una animación distinta, que se vea “menos torpe”, habría cargado la serie en todos sus sentidos.
Échenle un ojo a The Midnight Gospel. Su primera temporada de ocho episodios está disponible en el catálogo de Netflix y por acá les dejamos el tráiler para que se hagan una idea: