Angela Merkel se despidió entre lágrimas y agradecimientos, como cualquiera que se despide de un trabajo que se ha desempeñado por más de 18 años. “Es el momento de abrir un nuevo capítulo. Ha sido un enorme placer. Ha sido un honor”. Fueron sus últimas palabras como presidenta del partido Unión Cristiano Demócrata (CDU). Annegret Kramp Karrenbauer, su mano derecha y a quien algunos la llaman “mini-markel”, será la nueva presidenta del partido de acuerdo al resultado de la votación en segunda vuelta, por lo que ahora se sabe que Alemania continuará sin sorpresas.
Pero esto no significa que cuente con la simpatía de los delegados que asisten al congreso, en una votación muy cerrada, la también conocida como AKK, ganó por escasos 35 votos de diferencia ante el abogado Wolfgang Schäuble, mientras que el tercer candidato, Jens Spahn, actual ministro de Sanidad, quedó descalificado desde la primera vuelta. Pero, ¿quién es en realidad Annegret Kramp Karrenbauer?
Nacida en el seno católico en el en el estado de Saarland, Alemania, cerca de la frontera con Francia, se unió al CDU cuando tenía 19 años, y después de completar una maestría en ciencias políticas, trabajó en política a nivel estatal. Su talento la hizo crecer rápidamente hasta llegar a convertirse en la primera ministra de Saarland en 2011.
En febrero de este año, el nombre de Annegret Kramp, se hizo popular por ser la secretaria general de la CDU, se ha declarado abiertamente afín a la política de Merkel, tanto que las críticas políticas, la han llamado la mini-me de la canciller alemana, la AKK Merkel, una calcomanía fiel de la química política, al grado que la acusan de jugar al que que hace la mano hace la trás.
Pero sin importar la corriente que sigan, cualquiera en el mundo puede reconocer la inteligencia y perspicacia de la Canciller. Es cierto que AKK, apoyó y siguió muchas de las iniciativas de Merkel, pero tan iguales no son. La AKK, se ha guiado por una ideología mucho más conservadora.
En su discurso de protesta, Kramp Karrenbauer se refirió a las críticas: “He leído mucho sobre qué y quien soy, la ‘mini’, o “una copia”… Estoy aquí como madre de tres hijos que sabe lo difícil que es conciliar la vida familiar y el trabajo. Estoy aquí como ministra de Interior, de Educación y de asuntos sociales, y como ministra-presidenta de Saarland.” Aseguró defendiendo su postura.
Sin embargo, también se ha dado a conocer por sus políticas anti-migratorias, Kramp-Karrenbauer presionó en más de una ocasión para que refugiadas con alguna clase de condenas penales, no puedan volver a Alemania y ha cuestionado si la ciudadanía conjunta con los turcos, se debe permitir.
En gran parte ha apoyado la polémica política de puertas abiertas de su mentor sobre los refugiados, aunque admite que se cometieron errores y presionó para que los refugiados con condenas penales no puedan volver a Alemania. Kramp-Karrenbauer también cuestionó si se debería permitir a la gran minoría turca de Alemania tener una ciudadanía conjunta y dijo que los migrantes deberían hacer un mayor esfuerzo por integrarse.
Con firmes valores católicos que le impiden tener una ideología abierta, se ha pronunciado en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo y ni si quiera le cruza por la mente permitir la adopción entre padres homosexuales.
Entre sus puntos a favor destacan, su preocupación por el salario mínimo, el fin de la energía nuclear, la lucha contra la pobreza y el aumento de los impuestos.