Cuando creíamos haberlo visto todo, un grupo de amigos que celebraban el Día del Padre en Nashville, Tennessee, presenciaron como una rana que se acababa de comer a una luciérnaga, comenzó a emitir luz de forma intermitente con un par de flashazos a la vez, cual arbolito de Navidad. El vídeo lo subieron hace unos días y no tardó en convertirse en viral superando las 93 mil reproducciones en Facebook y 186 mil en Youtube.
En el vídeo grabado por celular, se escucha como uno de los hombres presentes se sorprende tanto que piensa que es un milagro o un regalo de la naturaleza “justo en el día del padre”. En cambio, algunos cibernautas trataron de encontrar una respuesta más lógica al brillo de la rana, argumentando que la luciérnaga seguía viva dentro del estómago del anfibio.
Pero la explicación científica de este extraño suceso, es más sencilla de lo que parece. Se trata de un proceso de bioluminiscencia, un proceso químico y orgánico entre la rana y la luciérnaga.
Mientras la luciérnaga es absorbida por el sistema digestivo de la rana, los químicos reaccionan a una enzima llamada luciferasa que en combinación con el oxígeno, da la sensación de que el animal produce luz.
Sin embargo, en el mundo existen diversas especies de animales que también producen luz desde su interior, gracias a las células lumínicas o bien, a la hispidina Ciertos tipos de hongos, mosquitos, gusanos, peces e incluso algunos tipos de medusas, aprovechan este ‘súper poder’ ya sea para impresionar al enemigo, o llamando la atención para cazar. De hecho, el año pasado descubrió la primer rana completamente biolumínica
No obstante, los seres humanos ya estamos jugando con algunos de los genes y sustancias que conocemos en busca de aprovechar esta magnífica propiedad natural gracias a la biotecnología.