En las últimas semanas, la industria cinematográfica de nuestro país ha pasado por un montón de situaciones. Con la reapertura de cines en gran parte de México tras varios meses cerradas, muchos creyeron que las cosas poco a poco volverían a la normalidad; sin embargo, todo cambió cuando el senador de Morena, Ricardo Monreal, propuso una iniciativa de reforma a la Ley Federal de Cinematografía que ha causado mucha polémica.
¿Por qué lo decimos? Bueno, pues en ella plantean que “con la finalidad de apoyar a las producciones nacionales”, tanto las salas como las plataformas de streaming tendrían que destinar el 15% de su tiempo total de exhibición para la proyección de cintas hechas en nuestro país. En papel, esto suena de maravilla, pero clavándonos más en el tema hay otras repercusiones que probablemente nadie había notado.
Las distribuidoras se pronunciaron sobre esta iniciativa de reforma
Este 25 de marzo, varias empresas mexicanas que se encargan de distribuir películas internacionales en México, publicaron un comunicado dirigido a Ricardo Monreal y al Congreso de la Unión. En él pedían que consideraran muy bien esta reforma a la Ley Federal de Cinematografía, ya que lejos de apoyar al cine mexicano, se están llevando de calle a estas compañías que se dedican a poner cintas de todo el mundo en nuestras salas.
También señalaron que a simple vista, esta iniciativa suena a que solamente beneficiaría a las productoras independientes. Sin embargo, más allá de ver por sus intereses, también señalaron que esto también afecta directamente a la ciudadanía y a la cultura de nuestro país, pues dejarían de proyectar cintas de otras nacionalidades –algunas incluso nominadas a los más grandes premios de cine– y que son del gusto del público mexicano.
Las películas ahora se exhibirán en su idioma original y con subtítulos
Otro paso dentro de esta compleja situación que vive la industria cinematográfica de nuestro país vino el pasado 22 de marzo, cuando se publicó en el Diario Oficial de la Federación una reforma al artículo 8 de la Ley Federal de Cinematografía, que obliga a proyectar todas las películas en su idioma original y con subtítulos en español. Esto lo hicieron para incentivar la inclusión y la diversidad, especialmente de las personas con discapacidades auditivas.
Bueno, después de que la noticia corriera como pólvora en las benditas redes sociales muchos se preguntaron, ¿qué pasará con el doblaje que se hace en México? Y a pesar de que algunos consideraron que este sería el fin de este arte en nuestro país, tan solo un día después la Asociación Nacional de Actores (ANDA), recordó a través de su cuenta de Twitter que las cintas infantiles y documentales seguirán doblándose, y lo único que deberán agregar son los subtítulos.
La compleja situación con las plataformas de streaming
Como mencionábamos en un inicio, esta reforma a la Ley Federal de Cinematografía suena espectacular para las producciones mexicanas, porque ahora podrían tener un enorme espacio de exhibición en todo el país. Sin embargo, la cosa con las plataformas de streaming es sumamente compleja, pues ahora se ven obligados a ampliar en un 15% los contenidos creados en México de no menos de 25 años, además tienen que promocionarlos en sus búsquedas y recomendaciones.
Sabemos que servicios como Netflix, Disney+, Amazon Prime Video, HBO y Claro Video están invirtiendo fuertes cantidades de dinero para filmar series y películas originales nacionales. Y aunque parece que contarían como proyectos nacionales, la realidad es que están considerados como tales aquellos que están realizadas o financiadas por personas mexicanas, de manera que estas producciones –a pesar de tener con talento nacional y hablar de temáticas que interesan a nivel local–, no valdrían.
¿Qué pasaría con estos servicios?
Para que se den una idea del impacto de la reforma a la Ley de Cinematografía, tomemos de ejemplo a Netflix. Ellos tienen en su catálogo poco más de 4 mil títulos, y para cumplir con esta cuota tendría que integrar 600 producciones locales, de acuerdo con Grupo Imagen, este número equivale a las películas mexicanas que se han estrenado desde el 2014 hasta la fecha, así que como verán, todo esto está en chino para las plataformas de streaming.
La propuesta podría orillar a que todos estos servicios, al verse obstaculizados, decidan licenciar series y películas ya hechas para transmitirlos. No queremos sonar fatalistas, pero dentro de eso podrían entrar las series y películas producidas por empresas como Televisa; o en caso de encontrarse en esta situación, también es una posibilidad de que de plano decidan retirarse de nuestro país –aunque este sería el último escenario al que se enfrentarían–.
Las salas tampoco se beneficiarían con la reforma a la Ley Federal de Cinematografía
Y aunque parece que la Ley Federal de Cinematografía busca que el cine se vea beneficiado, la realidad es que tampoco se la pasará nada bien. Rodrigo Pacheco, mencionó en el mismo artículo de Grupo Imagen que la reforma es sumamente arriesgada justo en estos momentos, pues considerando el enorme golpe que recibió el año pasado la industria cinematográfica a causa del coronavirus, esto significaría quitarle armas para sobreponerse.
Un dato sumamente duro que proporcionó Pacheco fue que la taquilla en 2020 cayó un 93%, y ahorita quieren recuperarse pero, ¿qué tanto ven los mexicanos las películas que se hacen en nuestro país? Bueno, pues en el anuario estadístico de cine mexicano que el IMCINE publicó para 2019, arrojó que 35.2 millones de personas entraron a una sala a ver cintas nacionales, y aunque es un número elevado, no se compara con las producciones internacionales.
¿Dónde quedan los derechos de las audiencias?
Por último pero no menos importante, está el público. Muchos especialistas están señalando que los cambios a la Ley Federal de Cinematografía los afectan y mucho. Para empezar, dejan de lado los derechos de las audiencias a decidir el contenido que quieren ver en cines y plataformas de streaming, al forzar que el 15% de esas producciones sean mexicanas suena más como una medida para simplemente poner estas películas por que sí.
Además de todo esto, no hay nada que fomente la calidad de las series y cintas que los mexicanos consumirán –aunque eso también falta actualmente–. Ricardo Monreal mencionó que esta reforma busca incentivar la cultura y los proyectos hechos en México; aunque dejan de lado la diversidad y la oportunidad de elegir libremente lo que queremos maratonear un fin de semana –tal cuál como está escrito– suena más como una imposición.
Sin embargo, no podemos dejar de lado que también ofrecerán estímulos fiscales para la producción de cintas en nuestro país, habrá que ver cómo funcionaría en caso de que lleguen aprobarlo. Los próximos días serán claves para la industria cinematográfica nacional, pues se decidirá de una vez por todas que es lo que pasará con estas películas y si entraremos en una etapa que fomente y exhiba un mejor cine mexicano.