Parece increíble que hace más de dos décadas se haya estrenado Sleepless in Seattle, una película protagonizada por Tom Hanks y Meg Ryan que llegó a la pantalla grande un 25 de junio de 1993 y se convirtió en una de las cintas más populares dentro de la cultura pop. No solo por el romanticismo que maneja y las buenas actuaciones, sino porque además de ser una comedia romántica, maneja muy bien los diálogos y la historia. 

Al final de la historia, Annie Reed, papel interpretado por Meg Ryan, aparece en el Empire State Building buscando a ese hombre viudo que podría ser el amor de su vida. Sam Baldwin (Tom Hanks), por otro lado, sube desesperadamente con su hijo Jonah para buscar su mochila que dejó, luego de que escapara de Seattle para ir a Nueva York y encontrar a LA mujer perfecta para su padre. 

Desde el primer momento en que se ven —aunque ya se han visto antes—, Sam y Annie se dan cuenta de que no basta con conocerse, sino con simplemente dejarse llevar por la ocasión, por el momento, por un intercambio de ideas y similitudes que todavía no conocen, pero que en la película se van desmenuzando. Esa magia que ocurre con la primera mirada, ese click o enamoramiento, esa expresión de triunfo de Jonah por finalmente conseguir su cometido, hace que la historia termine como casi todas las historias de ese tipo. Con un “aww”. 

Sin embargo, esta escena final casi no sucede. ¿La razón? La casa productora no tenía los permisos para filmar en el edificio, específicamente en el observatorio en el Día de San Valentín. 

A pesar de esto y de mera suerte, Nora Ephron, la guionista y co-directora de Sleepless in Seattle, conocía a algunas personas. Así lo contó el productor de la cinta, Gary Foster, a Variety: “Ella (Nora) dijo: ‘Creo que conozco a alguien’. Y era un famoso publicista que representaba a Leona Helmsley, quien en ese entonces estaba en prisión. El hombre dijo que la iba a ver en un par de días y que la traería”. El publicista le pidió permiso a la mujer en cuestión, que era dueña del edificio, “ella dijo que sí pero que únicamente por seis horas”. 

Así fue como obtuvieron la grabación de la parte donde está el helicóptero, la escena del lobby o bien en el observatorio con Jonah preguntándole a las mujeres si ellas eran Annie. No obstante, la escena del final, cuando es San Valentín y están los tres juntos, fue filmada en Seattle. 

Esto hizo que se complicaran más las coas, pues en Seattle no había una locación ideal: “Había una base vieja de la Marina que estaba siendo clausurada y que queríamos usarla por uno de sus hangares. Las oficinas Federales eran, ya sabes, lentas o podían decir que no”. Ante esto, Nora también dijo que “conocía a alguien”. 

Ese “alguien”, fue un senador Republicano de Virgina llamado John Warner que había estado casado con Elizabeth Taylor y había sido Secretario de la Marina. Después de que ella llamó a John, la Marina dijo que “podían ir a filmar al hangar”. 

Si bien en ese año, en 1993, se estrenó Jurassic Park, Sleepless in Seattle logró recaudar $220 millones de dólares a nivel mundial. Además, obtuvo una nominación por la canción “A Wink And a Smile” de Marc Shaiman y Ramsey McLean. 

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