Los médicos del Hospital de Veterinaria de la Universidad Estatal de Louisiana, llevaron las piezas de Lego fuera de la cancha de juego. Resulta que una tortuga fue salvada gracias a su creatividad, convirtiendo las ruedas de un set armable, en una práctica silla de ruedas, que le permite desplazarse sin ningún retraso.

Aunque todo parece indicar que Pedro, la tortuga macho, tiene más suerte que las 7 vidas de un gato. Y es que cuando los dueños de Pedro, la tortuga macho decidieron adoptarlo, ya estaba discapacitado, le faltaba una pata trasera. Aún así logró adaptarse a su nuevo hogar. El tiempo pasó y Pedro decidió que le faltaba más espacio, así que escapó.

¡Ternuringa! Esta tortuga fue salvada con ruedas Lego
SLU

Cuando volvió a su hogar, sus dueños se percataron de que había perdido la otra pata trasera que le permitía moverse con libertad. Había regresado a casa arrastrando su pobre caparazón. En cuanto sus amos se dieron cuenta, la trasladaron de emergencia al hospital de la Universidad.

El equipo de veterinarios encabezado por el Dr. Mark Mitchell, trataron a Pedro con la misma urgencia que si se tratara de un perro o un gato. Elaboraron un plan para elaborar una prótesis que se adaptar a a su cuerpo y la mejor opción, era hacer una silla de ruedas a base de piezas de Lego. Gracias a su oportuna intervención, la tortuga fue salvada.

¡Ternuringa! Esta tortuga fue salvada con ruedas Lego
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“Contamos con  todo el servicio de medicina del hospital y todos los estudiantes ayudando. Teníamos que hacer que los ejes fueran lo suficientemente largos para que se ajustaran a su cuerpo. También lo hicimos para que pudieran salir a limpiar a Pedro. Tuvimos que probar un par de cosas para que encajaran”, dijo Rockwell.

Para pegar las ruedas de Lego al cuerpo de la tortuga, los veterinarios utilizaron el mismo epoxi que se utiliza para embonar las herraduras a los caballos, una especie de polímero termoestable que se endurece cuando se mezcla con un agente catalizador. Además, utilizaron las agujas de una jeringa para mantener los ejes juntos y luego cortaron algunas piezas para que encajaran.

“La escuela de veterinarios puede ser difícil a veces, pero sentarme en el suelo con mis compañeros y mentores, todos riendo encantados mientras veíamos a Pedro por primera vez, ese fue un momento de pura alegría”, aseguro Mercer, una enfermera del hospital de Louisiana. De esta forma, la tortuga que fue salvada, está lista para unas competencias.

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