Qué cosas. Apenas en noviembre de 2022 estábamos hablando del desplome de las criptomonedas —como el Bitcoin— y ahora estamos ante una especie de segundo aire para todas, gracias a una serie de movimientos que ha hecho que el precio del Bitcoin, por ejemplo, esté cerca de duplicarse.
Y seguramente todo esto trae con una sonristota a quienes tienen invertido en Bitcoin, después del trancazo de finales de noviembre de 2022 que colocó el precio de esta moneda digital en 15 mil 760 dólares.
Cosa por la que muchos daban por desaparecida la era de las monedas digitales y vean nomás, 4 meses después el precio de Bitcoin está en 30 mil 275 dólares, cerca de duplicar su valor frente al trancazo de noviembre de 2022.
El segundo aire del precio de Bitcoin
En medio de la inflación a nivel mundial y del trancazo en el sector bancario-financiero de Estados Unidos y Suiza, el Bitcoin se ha colocado como uno de los ganones en el primer cuatrimestre de 2023 —por encima del oro y hasta del petróleo.
¿Pooooor? Si medio mundo daba por muerta a esta moneda digital —junto con otras criptomonedas—, después de su desplome y la quiebra de las empresas FXT, TerraLuna o Three Arrows Capital.
El desplome de Bitcoin en 2022
Antes de llegar al mero rollo del aumento del precio del Bitcoin, qué les parece si repasamos por qué se desplomaron las criptomonedas a finales de 2022.
Si bien el atractivo de las criptomonedas —o monedas digitales— es que no están reguladas por ninguna autoridad encargada de su emisión o el registro de sus movimientos, lo cierto es que de manera indirecta el aumento en las tasas de interés en Estados Unidos y otros países fue uno de los factores que le dieron al traste al Bitcoin.
Y es que chequen: en su intento por hacer frente a la inflación y asegurar las inversiones en Estados Unidos, la Reserva Federal gabacha comenzó a subir las tasas o tipos de interés —que no son otra cosa sino el costo de pedir lana prestada o su recompensa por ahorrarla en los bancos, que a su vez, invierten el dinero en fondos.
Al ver esto, a muchos inversores les pareció más atractivo pasar su dinero a los bonos gabachos y esto generó una reacción en cadena de otros bancos centrales —como Banxico— que decidieron subir sus tasas e ir pegaditos con Estados Unidos para que los inversionistas no sacaran su dinero e incluso continuaran invirtiendo en bonos.
Y ante este atractivo, el precio del Bitcoin se fue depreciando. Peeeero, ese no fue el único factor que le dio en la torre a las criptomonedas.
También estuvo el mal manejo de las empresas de intercambio de criptomonedas como FTX, compañía que quebró por fraude, luego de que un reporte destapó que no tenía el dinero que decía tener. Es decir, que tenía broncas cañonas de liquidez.
Y ahora, ¿por qué está cerca de duplicar su precio?
Aquí viene lo bueno. Esta especie de segundo aire se debe otra vez a factores externos como el golpe al sector financiero y bancario de Estados Unidos y Suiza con el quiebre de bancos como Silicon Valley y Signature o la caída del Credit Suisse.
Ojo, todo esto de los bancos también está relacionado con el aumento de las tasas de interés, el mal manejo de los bancos y el temor a que las caídas estuvieran más cañonas y terminaran en una crisis como la del 2008.
(Si no se acuerdan o no les suena, esta crisis comenzó en una inmobiliaria en Estados Unidos y como efecto dominó terminó pegándole a todo el mundo, generando una falta de liquidez de dinero abrumadora).
Total que ante las dudas que ha generado el sector bancario entre los inversionistas, estos han volteado a ver de nueva cuenta a las criptomonedas y al Bitcoin.
Y no es de a gratis o sólo por el temor que generó el caso de Silicon Valley. Aquí entra otra vez el asunto de las tasas de interés, pues se cree que Estados Unidos se detendrá y ya no las subirá.
Entonces, si las tasas de interés no suben, el Bitcoin se mantiene como una opción de inversión fuerte y en este contexto es que las criptomonedas se han fortalecido.
¿Qué tal? Si pensábamos que el Bitcoin y las criptomonedas no tenían nada qué ver con los movimientos hechos por el Estado o los bancos, ahora somos testigos de qué tanto es el impacto.