Además de falta de coordinación psicomotora, los chavos que nomás no pueden pasar del nivel 1 de Mario Bros –y menos ganarle a Sub Zero- tiene otro gran defecto que les augura una larga y nada placentera vida de ForeverAlone: tienden más a insultar a las mujeres.
Lo anterior consta en un estudio “Insights into Sexism: Male Status and Performance Moderates Female-Directed Hostile and Amicable Behaviour”, dado a conocer la semana pasada en la revista científica PLOS One, y en el cual se analizó el comportamiento de jugadores de Halo 3 cuando eran confrontados a adversarios masculinos y femeninos… como saben, Halo 3 permite que los jugadores interactúen entre sí mientras realizan la “misión” correspondiente.
Con lo anterior, los investigadores percibieron que cuando el adversario era hombre, los dos se trataban con cierta cordialidad, independientemente de las regadotas que cometía cualquiera de los dos. O sea, no importaba que fueran buenos o malos en el juego, los hombres estudiados se mostraban siempre amables… y ni qué decir cuando alguno de los participantes sacaba un truco de la chistera, ahí seguro le besaba los pies virtuales… como mínimo.
Sin embargo, cuando la otra persona era una damita, el nivel de agresividad con el adversario era notoriamente mayor… Y más si el jugador varón se veía rebasado por su “frágil” oponente: “¡cállate tonta!”, “¡mejor ve y hazme una torta (bueno, en el estudio decían sándwich)!” y “¡tonta, me estás robando los puntos!”, eran algunas de las frases utilizadas por los poco talentosos agresores… contrario a los hombres que sí le sabían al Halo: de vez en cuando daban algún elogio a su adversaria.
Michael Kasumovic, uno de los responsables de este estudio sugirió al Washington Post que la agresividad de los malos jugadores muestran hacia las mujeres podría tener que ver son una cuestión de posición social: Hal 3 es un ejemplo de juego, como muchos otros, que durante mucho tiempo fue mayoritariamente jugado por el público masculino… la llegada de nuevos jugadores (las mujeres) al grupo no es un problema para los hombres que se encuentran en la cima de la jerarquía –o sea, los que sí saben jugar- pero representa una amenaza para los hombres que juegan mal, para los que aumenta el número de adversarios, corriendo el riesgo de descender en la jerarquía.
“El aumento de hostilidad para con las mujeres por parte de los hombres de status bajo puede ser una forma de rebajar la posición de la mujer y suprimir la perturbación que ésta crea en la jerarquía”, explica Kasumovic.
Así que, además que tener que lidiar con fisgones morbosones, las mujeres que gustan de los videojuegos online deben soportar insultos y humillaciones por parte de los hombres… aun cuando tienen niveles semejantes a los que manejan muchos videojugadores mayores… pero esa situación poco a poco está cambiando: un estudio del 2014 divulgado por The Guardian señala que en varias regiones el porcentaje de chicas que juegan ya es mayoría: 52%.
Así que mejor aprendan a jugar… o pídanles a las mujeres que les enseñen…eso podría tener mejor desenlace que un Fatality.