Con los avances tecnológicos, áreas como la medicina se han visto sumamente beneficiadas, logrando descubrir más sobre nuestro cuerpo, el cual aún tiene varios misterios que quedan por ser revelados.
Pero, además de ayudar a los científicos a hacer nuevos hallazgos, la tecnología les permite descubrir cosas que desconocían de partes que ya habían sido estudiadas con anterioridad. Este es el caso del mesenterio, tejido que se encuentra en el peritoneo –recubrimiento de la cavidad abdominal– y que durante siglos, se consideró como un apéndice sin ningún chiste:
“La descripción anatómica que se estableció hace unos 100 años era incorrecta. Este órgano está lejos de ser fragmentario; es una estructura simple, continua y única.”
Es así, que este parte del cuerpo se ha ganado el mote de órgano, obteniendo relevancia médica después de que Da Vinci lo mencionará en sus estudios anatómicos y fisiológicos del cuerpo humano, hace 500 años.
Este descubrimiento fue realizado por los investigadores del Hospital Universitario Limerick, en Irlanda, siendo publicado en la revista médica The Lancet de Gastronomía y Hepatología:
“En el estudio, que ha sido revisado y aprobado por colegas, decimos que ahora tenemos un órgano en el cuerpo que hasta la fecha no se había reconocido.”
Y a todo esto, ¿para qué sirve?
Debido a que durante años, el mesenterio fue catalogado como solo un tejido fragmentado, las investigaciones sobre su posible función fueron nulas, viéndolo como un estorbo y nada más.
“Es el próximo paso… Si entendemos su función podemos identificar las anomalías, y establecer que entonces tienes una enfermedad (cuando el funcionamiento es anormal).”
Y bueno, con el estudio del mesenterio esperan poder encontrar la fuente de varias enfermedades gastrointestinales, así como el desarrollo de nuevas técnicas quirúrgicas menos invasivas.
Pues bueno, con esto hemos ganado un nuevo órgano para quejarnos de cuando nos duela algo.