¡Qué momento para estar vivo! Desde teléfonos que son como minicomputadoras (y caros, carísimos), autos inteligentes que se pueden conducir a sí mismos, hasta poder revivir a actores que ya fallecieron de manera digital, cada vez nos encontramos más cerca de un futuro parecido a las películas de ciencia ficción.

Si bien aún nos falta mucho para llegar a tener una tecnología parecida a algo como Blade Runner 2049, no se pueden negar los avances que hemos tenido en las últimas décadas. Y ahora, el mundo de la robótica ha dado un paso que podría ser delicioso:

Investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Suiza en Lausanne presentaron un robot en la Conferencia Internacional de Robots Inteligentes y Sistemas en Canadá, cuyas partes fueron construidas con puros materiales comestibles.

Como lo acaban de leer, literalmente nos encontramos ante un robot comestible. Desde su engranes hasta su fuente de poder, todas sus partes fueron creadas con glicerina y gelatina.

Aunque la idea de comerse un robot suena completamente absurda, esta máquina es el primer paso en una serie de dispositivos ingeribles que pueden ayudar a avanzar el campo de la medicina de maneras inimaginables.

Tal cual como en la película Fantastic Voyage… claro, menos Raquel Welch en un traje bastante ceñido:

Además de las posibilidades quirúrgicas, también se está pensando en la industria de la comida rápida. Imagínense, un robot capaz de entregar comida a domicilio y que además, sea la comida.

Esto lo pone a uno a pensar… ¿Cuál será el siguiente paso?

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