Como parte de la lucha contra la pandemia por COVID-19, en teoría las aerolíneas han integrado ciertas medidas de seguridad, como poner filtros HEPA, que filtran el aire cada determinado tiempo, además de instalar otras medidas de sanidad. Pero ahora, para que puedas viajar con toda la confianza, un estudio científico reveló cuáles son los asientos de avión donde existe una mayor probabilidad de contagiarte de COVID-19.
Cualquiera pensaría que los asientos de mayor riesgo son los asientos de los pasillos por tener un mayor roce con las personas, azafatas o equipaje y por lo tanto estar más expuestos a los patógenos, pero después de realizar un amplio análisis de un vuelo comercial, un equipo de investigadores australianos, se llevaron la sorpresa de su vida.
Determinaron que el mayor riesgo de contagio de SAR-CoV-2, se encuentra primordialmente en los asientos laterales a la ventanilla y en especial, los que se encuentran en la parte media de la aeronave. De tal manera, que los pasajeros en primera clase se salvan, pero los más afectados de acuerdo al estudio, son los de la clase turista.
Pasajeros infectados
De acuerdo con el estudio publicado en la revista de rigor científico “Emerging Infectious Deseases”, los investigadores pudieron llegar a esta conclusión, ni más ni menos que con un caso real. Analizaron el vuelo de Qantas Airways QF577, que voló desde Sídney hacia Perth en el mes de marzo, mes en el que el virus se propagó a nivel mundial.
El avión, volaba con 246 pasajeros a bordo, sin saberlo, 11 de ellos provenían directamente del crucero Ruby Princess, la mayor fuente de COVID-19 en toda Oceanía. Sí, todos ellos habían contraído el virus, pero siendo asintomáticos continuaron con su viaje sin tomar ninguna precaución. A la semana siguiente del vuelo, los síntomas comenzaron a surgir y fue hasta entonces que reportaron su situación.
El doble de contagios
Los científicos, marcaron los asientos de avión que ocuparon los pasajeros infectados, quienes estaban sentados equitativamente en los asientos de la parte delantera y trasera de la aeronave, realizaron un análisis de secuenciación del genoma tanto del virus como de los pasajeros, determinando que el número de contagios se duplicó.
Al aterrizar, la aerolínea informó a todos los pasajeros y contactos cercanos, sobre su posible exposición al SARS-COV-2, indicándoles que se pusieran en cuarentena durante 14 días, pero para el primero de abril, “se confirmó la infección en más de 20 pasajeros en el vuelo. El número de infecciones relacionadas con el vuelo y el momento de aparición de los síntomas entre las personas con un diagnóstico posterior sugirió que puede haber ocurrido una transmisión asociada al vuelo”, dijo Hollie Speake, profesora de la Universidad de Notre Dame, quien lideró el estudio.
Para demostrar su teoría de forma gráfica, marcaron con rojo los asiento de avión donde se habían sentado los pasajeros que ya viajaban con el virus, con azul los que se habían contagiado durante el vuelo y marcaron con una ‘X’, los que no fueron infectados. Como se puede apreciar, la mayoría de los pasajeros que contrajeron COVID-19 en el vuelo de Qantas estaban a dos filas de los viajeros infectados, aunque uno estaba a seis filas de distancia, según el estudio.
Todos los pasajeros que adquirieron el virus, iban sentados en los asientos del medio del avión en clase económica. Ninguno de los 28 pasajeros que volaba en clase ejecutiva se infectó, en tanto qué los pasajeros que viajaban en los asientos de la parte trasera de la aeronave, permanecieron sanos y salvos. Este, estudio echa por la borda otras investigaciones que aseguraban que los asientos de avión con mayor riesgo son los del pasillo.
Aunque seguramente, nadie quiere comprobar en carne propia lo dicho en este estudio. Sin importar los asientos de avión que elijas, si vas a viajar por aire te recomendamos llevar en todo momento, tapabocas, carilla, así como respetar todas las medidas de seguridad, nunca están por demás. Puedes llevar guantes desechables de tipo quirúrgico, ponértelos antes de que subas al avión y tirarlos en el bote de basura más cercano al descender del avión. Tal vez, después de este estudio las aerolíneas contemplen adecuar los asientos de avión para la nueva normalidad, conócelos.