Mientras, que para muchos la violencia en los videojuegos es de los mayores problemas de este medio, hay otro sector de la población que más allá de la violencia, encuentra preocupante el uso excesivo del fanservice en el arte digital.
Y no hay mejor franquicia como la de Dead or Alive, la cual celebra su 20 Aniversario, para ejemplificar lo que el fanservice significa para el mundo de los videojuegos.
Durante 20 años, la franquicia creada por Tomonobu Itagaki, se ha encargado de divertir a los fans de los juegos de peleas, con un control rápido e intuitivo que permite a cualquiera entrarle a los camorrazos, sin importar que este no sea su género predilecto.
Para los veteranos, Dead or Alive ofrece un profundo sistema de bloqueos y contrataques, el cual funciona como “Piedra, Papel o Tijeras”, permitiéndonos cambiar el flujo del combate en cualquier momento (eso y hacernos rabiar cuando nuestro combo perfecto es destruido).
Y claro, también esta ese pequeñísimo detalle con sus personajes femeninos, quienes solo se ponen mejor con cada nueva generación de consolas.
Desde el aura taciturna de Kasumi y Ayane, hasta le inmensa sexualidad de Tina y Lisa, Dead or Alive ha creado a sus propios íconos cuando de personajes hablamos. Desde su creación, este juego siempre tuvo como objetivo el provocar la excitación de sus jugadores, implementando una de las mecánicas más controversiales del mundo de los videojuegos: el control de bubis.
Además de sus voluptuosas peleadoras, DOA se ha caracterizado por sus ridículos movimientos de senos, los cuales parecieran tener mente propia. Y para los que quieran culpar a alguien, los invitamos a que les manden sus quejas a los muchachos de SNK/NEO GEO, quienes inspiraron a Itagaki con su también voluptuosa y sensual ninja, Mai Shiranui, quien es la pionera de está absurda, pero divertida mecánica.
De hecho, pasarían 20 años para que la inspiración detrás de la franquicia, hiciera acto de aparición en el último título de Dead or Alive.
Con cinco títulos y un montón de actualizaciones y versiones diferentes, Dead or Alive ha aparecido de una u otra manera en las consolas de cada generación desde 1996. Pero no sería hasta el año 2003 y en una consola totalmente nueva como lo era el Xbox, que la serie sería al fin reconocida por todos como uno de los mejores fanservices de los videojuegos, con su Spinoff: Dead or Alive: Xtreme Beach Volleyball.
Obviamente, a esta franquicia le sobrevinieron más juegos que se alejaron de la serie principal, pero al final, su origen como juego de peleas ha hecho que la serie sobreviva. Algo que es más que impresionante en la sociedad de hoy, ya que la sensualidad de sus féminas y que decir de sus atrevidos ropajes, se han convertido en materia de ofensa y crítica, para ciertas personas; quienes se quejan de la fuerte objetificación de estos personajes.
A pesar de que la serie de peleas no se ha visto afectada por esto, la tercera entrada de la serie Xtreme Volleyboll, no salió de Japón, ya que Tecmo sintió que este título podría ofender a ciertos sectores de la sociedad occidental. Sin embargo, y en un movimiento que pareciera preventivo, la versión japonesa viene con textos completamente en inglés y gracias a que el PlayStation 4 no tiene bloqueo de región (al menos con sus juegos), los fans de la serie se pueden hacer con este título.
En fin, a pesar de que no se ha dicho nada acerca de un nuevo Dead or Alive, las continuas actualizaciones y contenido descargable (para algunos, una de las mayores estafas del mundo), han mantenido fresco al último título, Dead or Alive 5 Ultimate/Last Round.
Tan solo hemos tocado la punta del iceberg, ya que ni siquiera tocamos los múltiples fanarts de esta serie y con la llegada de software que permite hacer renders con los modelos de este juego; Dead or Alive ha encontrado vida nueva en internet.
Si ustedes quieren introducirse en esta franquicia, pueden descargar Dead or Alive 5 Last Round para las consolas PlayStation 4, Xbox One y PC, en donde además del contenido descargable, podrán utilizar Mods para incrementar el de por sí, inmenso catálogo de trajes.