El día de hoy se celebra el St. Patrick’s Day, una festividad que es mejor conocida por ser el pretexto ideal para los estadounidenses (y demás nacionalidades) para embriagarse. Bueno, cuando a uno le dan la oportunidad, tiene que aprovechar. Sin embargo, históricamente este día es de suma importancia en el desarrollo de nuestro vecino del norte.
La migración de irlandeses a EUA
Por supuesto, este día es meramente irlandés, aunque otros países se unen a la pachanga. Los europeos llegaron a partir de 1820 a Estados Unidos y no fueron muy bien recibidos. Por su comportamiento y sus maneras de manejarse, los estadounidenses no los aceptaron al principio.
Sin embargo, el impacto económico que tuvieron fue de gran ayuda para el país, pues trabajaban por salarios bajos ayudando a generar mano de obra. Pasó el tiempo y los irlandeses fueron prosperando a lo que son hoy, uno de los grupos con mejor nivel educativo en EUA.
San Patricio
En su mayoría, los irlandeses son sumamente religiosos. Tanto que hasta conflictos bélicos se han dado, pero ese es un punto a parte. San Patricio es el patrón de Irlanda y de otros países como Nigeria (aunque no vemos a los africanos ebrios cada 17 de marzo).
En realidad, el día de hoy es la conmemoración de la muerte de este santo, aunque definitivamente se ha perdido el sentido religioso a esta celebración.
La ley Bank Holiday
Es probable que no se imaginen un St. Patrick’s Day sin alcohol, pero sí los hubo. En 1903 el parlamento en Irlanda indicó que todas las tabernas, también conocidos como pubs, debían de estar cerradas este día por esta ley.
¿Qué pasó entonces? Había desfiles desde 1931, pero todos muy sanos y tranquilos. En los años 70’s esta ley fue apelada y hasta los 90’s Irlanda comenzó con la celebración como la conocemos.
El primer festival de 3 días
1997 fue el año donde comenzó lo que conocemos ahora. El festejo duró tres días y para el 2000 se alargó a cuatro días. Como nunca hay suficiente fiesta, en 2006 se convirtió en un festival ¡de cinco días!
Actualmente el desfile más grande es en Nueva York y lo ven poco más de dos millones de personas. Por supuesto, esperamos que esos dos millones no se ponga tan borrachos.
Los festejos desenfrenados
Ya entrando en materia fiestera, todo esto ha llevado a que el 17 de marzo sea un día para reventarse como pocas veces lo harás. Si te dan cinco días para beber y parrandear, pues los aprovechas. El problema es cuando no te controlas y bueno… los fails están a la orden del día.